Antes que nada, me gustaría decirte qué es vocación, pues la vocación es algo muy sonado tanto en la escuela como en las parroquias, ¿pero por qué? Pues al menos en la parroquia a la que yo asisto siempre rezamos la oración por las vocaciones terminando la santa misa, y en la universidad dicen que si no tienes vocación truenas o simplemente no la armas.

La palabra vocación viene del latín “vocatio” que significa acción de llamar. Entonces la vocación es la inclinación que una persona tiene para dedicarse a un modo de vida, y en la cotidianidad la podemos poner en el plano profesional o personal. Dentro de la iglesia conocemos principalmente 3 tipos de vocaciones, o llamados: a la vida religiosa, al matrimonio o a la vida en soltería. Pero a esto debemos contemplar la vocación universal que es el llamado a la santidad.

En la antigüedad

En la antigüedad el nombre que se le daba a alguien tenía que ver con su vocación, por ejemplo, a Abram, o mejor conocido como Abraham ya que así le puso Dios cuando a la edad de noventa y nueve años, que le dio su misión, (Gen 14, 5) de la cual ya le había hecho mención unos años atrás, cuando él tenía 75 años, (Gen 12, 1-3). Así sucede con nosotros y nos dice, te he llamado por tu nombre (Cfr Is 43, 1). En el momento en que Dios nos llama por nuestro nombre, nos llama a una vida singular, única e irrepetible.

El nombre que Dios nos da

El nombre que nos ha puesto Dios no siempre coincide con el que nos han puesto nuestros padres, recordemos a Jesús, que también habría de llamarse Emmanuel. El nombre de Emmanuel expresa la naturaleza y la personalidad del Hijo de María, ese nombre que encontramos en las profecías de Isaías (Is 7,14) el Dios con nosotros, que básicamente es a lo que vino Jesús, a ser Dios entre nosotros, con nosotros y por nosotros. Ahora bien, Jesús es el nombre que el Ángel le dice a José, este nombre expresa la misión del Hijo de Dios al encarnarse, en lengua hebrea se dice Yehoshua y quiere decir Yahvéh salva, Dios salva, y Jesús nos salvó, nos limpió del pecado.

Ahora que siempre podemos recurrir al internet para saber el significado de nuestro nombre, en lo personal el mío es bellísimo, significa llena de gracia y la realidad es que me siento inmensamente bendecida por Dios y creo que mi vocación va inspirado por mi nombre, pero si tus padres te pusieron un nombre de esos que no encuentras en ningún lado, que por más que quieres no le encuentras forma ni etimología, no te agobies, nuestro Señor siempre te ha llamado y te llamará por aquel nombre que solo Él conoce y que tu al escucharlo lo reconocerás y sabrás lo que te está pidiendo y entonces encontrarás tu vocación, sólo hay que tener la mirada en Cristo y los oídos abiertos a su voz, y por qué no, buscar algún director espiritual que te ayude a irla descubriendo.


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AnaMorales

Soy Ana Laura y me encanta servir a Dios. Cuando mi mamá me llevó a fuerza al grupo de adolescentes, iba enojada. Pronto me di cuenta que ese era mi lugar favorito. Crecí rodeada del amor de mis padres, mis hermanos, mis primos y mis amigos. Me apasionan las artes, soy arquitecta de profesión y músico de Dios por decision.

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