Indudablemente, la música es una vía excepcional para servir. Aunque no me considero una persona muy conocedora en el ámbito, admito que no es difícil reconocer cuando es el Espíritu Santo el que actúa en alguien para convertir un conjunto de notas, acordes, letras y melodía en un verdadero mensaje de amor y de esperanza. El Espíritu Santo se deja deslumbrar y es causa de múltiples sonrisas y frutos abundantes, sobretodo cuando el músico se convierte en instrumento de Dios para lograr transmitir puramente lo que el Señor desea.

Creo que este es el caso de Alberto Márquez, un hombre chihuahuense de 56 años de edad, técnico en electrónica, que ha servido a Dios no sólo en su profesión, sino también en ministerios de alabanza por alrededor de 42 años. Nato lírico, compositor del canto vocacional “Luz del mundo” del primer retiro de Hinneni de la Arquidiócesis de Chihuahua en 1984 , y del canto “El llamado”, el cuál ha sido de inspiración de muchas vocaciones y a pesar de que no se ha publicado en la gran red de YouTube, es conocido en México, Estados Unidos y otros países, llegando incluso a los oídos del Papa Juan Pablo II por voz del cantante católico Martín Valverde.

¿Cómo nació “El llamado”?

Alberto “Beto” Márquez compuso este canto en 1982, a sus 18 años de edad, por medio de un sueño en el que el Señor le reveló (de manera similar a José el soñador) cómo deseaba que se creara, en varias noches de sueño el canto tomó forma de acuerdo a lo que Él quería transmitir.

¿Qué inspiró la creación del canto?

Fue el primer canto de su autoría, pues confiesa que antes de éste, no tenía la facilidad de componer. En oración le pidió al Señor que le ayudara a hacerlo, ya que una amiga suya del grupo juvenil “Agua Viva”, al que pertenecía, había tomado la decisión de entregar su vida al Señor como religiosa consagrada y Beto anhelaba crear algo para ella y para los jóvenes que iban descubriendo su vocación. Fue entonces cuando pidió al Señor la iluminación de su Espíritu para poder componerlo.

El verdadero compositor es el Espíritu Santo

Seguramente ni tú sabías que el autor de “El llamado” es Alberto Márquez, y esto es porque él nunca deseó patentarlo, ni gritar a los cuatro vientos que era él un compositor talentoso. Alberto siempre ha mencionado y reconocido que “el verdadero compositor es el Espíritu Santo, entonces, mientras el canto logre transmitir su bello mensaje no hay necesidad de mencionar al hombre que ha sido medio para lograrlo”.

Me parece un gran ejemplo de servicio que se hace al recibir un don, este don no se ha escondido bajo la tierra (Parábola de los talentos: Mt 25, 14- 30), por el contrario, se ha puesto al servicio de los demás con humildad.

Muchas veces nos es difícil bajar del pódium y dejar que tome el lugar quien realmente lo merece. No significa que menospreciaremos lo que hemos hecho, sino que seamos capaces de reconocer que sólo lo hemos logrado por gracia de Dios. El verdadero fin es dar gloria a Dios, y no ser aplaudido por el mundo.

“Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí” (Gal 2,20)

Por: Mariana Rodríguez


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Redaccion

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