Si somos católicos, se nos nota, o al menos se nos debería de notar. La cristiandad es algo que se vive todos los días, no es cuestión de un rato. No es cuestión de pararse una hora en fin de semana en el templo (aunque bien, ayuda mucho). Tampoco es hacer todas las actividades piadosas que te encuentres, como si entre más diferentes tengas en tu haber, fueras mejor cristiano.
Lo que tenemos que hacer es catolizar nuestras vidas. Si, así como se escucha. Vivir tu vida de forma católica es fácil, te damos acá unos consejos:

1.- Comulga de forma espiritual.

Seamos sinceros, la mayoría de nosotros no vamos a misa diariamente. Algunos de nosotros no lo hacemos pero no porque no queramos: nuestro día a día a veces no comparte los horarios con las misas. La comunión espiritual, según el Doctor Angélico, es un deseo ardiente de comulgar de forma sacramental, tanto, como si ya hubiéramos recibido a Nuestro Señor. Una de las fórmulas para hacerlo, la encontrarás acá. (https://www.vaticannews.va/es/oraciones/comunion-espiritual.html)

2.- Rezar un “Ave María” cuando escuches una sirena.

Esto es algo que, en lo personal, me encanta el sentido que tiene. Algunas personas se santiguan, o dicen una jaculatoria y es excelente, hay que seguir haciéndolo, pero también dedicar algunos cuantos segundos para rezar un “Ave María”, ¿Por qué? Principalmente por la cuestión del final del rezo, le pedimos a María que rece “ahora y en la hora de nuestra muerte”, algo que usualmente se teme que esté ocurriendo cuando se llama para una emergencia.

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3.- Al pasar junto a un cementerio, rezar por las almas.

En el aspecto único de la cristiandad católica, el purgatorio es algo que nos caracteriza. El purgatorio es aquel lugar donde llegan las almas que necesitan una mejor preparación para llegar a la presencia de Nuestro Señor. El cementerio, al ser un lugar que nos puede recordar la partida de este mundo, sería excelente acordarnos de que no es el final del camino. “Por las almas del purgatorio todos debemos rezar, que Dios las saque de penas y las lleve a descansar” es una forma excelente y práctica de rezar por esas almas.

4.- San José presente al inicio de tu trabajo.

Déjame platicarte que este servidor de tez oscura puede tocar uno que otro instrumento. Desgraciadamente hace unos años, mi guitarra comenzó a tener problemas hasta quedar inservible y yo no tenía dinero para comprar una nueva (arreglarla era muy caro). Inspirado por otro integrante de CATO, me dispuse a fabricar un cajón peruano con madera que me regaló mi padre y cosas que tenía aquí en la casa. Al iniciar el último cajón que hice y que, toco actualmente, le pedí a San José su intercesión para que saliera todo de la mejor forma, le pedí inspiración y diligencia. Y he de decir, que ha encantado el resultado a propios y a extraños. Si eso hizo con un pequeño proyecto, ¿qué podría realizar con tu trabajo diario?

5.- Estando cerca de un templo…

Es común santiguarse al pasar cerca de un templo. Yo comencé a hacerlo recientemente ya que en mi familia no me habían inculcado esta costumbre y es algo excelente. Sin embargo, creo que podríamos llevarlo más allá: tal vez si llevas la música muy fuerte, bajar el volumen para interiorizar un momento o si conoces el patronato del lugar, rezar teniendo especial atención con esa devoción, en fin, tu puedes hacer tanto con esto y te aseguro te servirá.

6.- Toma importancia de los sacramentales.

El sacramental es un signo que imita de alguna forma los sacramentos y que, por la intercesión de la Iglesia, se obtengan efectos espirituales. Sacramentales hay muchos: la cruz, el pescado cristiano, los rosarios, un escapulario, las medallas, el agua bendita; ésta última sirve para bendecir el hogar y para colocártela a ti mismo en signo de recordatorio de tu bautismo y protección.
La importancia de los sacramentales radica en la forma en la que lo tengamos en cuenta, puede ser desde una advocación, alguna consagración, hasta una forma de demostrar tu fe sin hablar. Recordemos, de igual manera, que esto es solo un signo, y que el verdadero poder del que está imbuido el objeto viene desde lo alto.

7.- La Liturgia, las Oraciones diarias y la meditación.

El Ciclo Litúrgico es muy sabio y por algo existe de esa manera. El vivir nuestras celebraciones tal y como lo marca el calendario es una manera muy inteligente y simple de vivir nuestra fe, incluyendo a los santos y las celebraciones que se nos marca. También es muy importante las oraciones que podamos tener que ya nos sabemos, como la Liturgia de las Horas o el rezo del Ángelus a las 12 pm, o si no, en cualquier parte del día. Ahora, la oración es importante, pero también es la meditación. Y aunque sirva para relajarte, una meditación bien hecha puede llevarte a un contacto diferente a lo común con Dios. La oración puede ser para hablar y la meditación, para escuchar.

Nuestra rutina a veces nos come y por mucho. Y es normal. Las formas en las que hemos estado tomando en cuenta nuestra fe, no. El vivir nuestra fe no puede ser dejado fuera de ninguna manera y a pesar de que Dios nos comprende en nuestras limitaciones, eso no nos permite dejarlo a Él afuera. La santidad que debemos de buscar se puede alcanzar de diferentes formas, algunos de estos consejos pueden funcionarte, si no los conocías entonces estás en tiempo de comenzar a llevarlos a cabo en tu vida. Lo importante es encontrar lo que sí, lo que si te lleva a conocer y seguir conociendo a Jesús.

¿Conoces otras maneras de catolizar tu día? platícanos en los comentarios 🙂


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Rubén Iracheta

Rubén es miembro del equipo ya hace bastante tiempo y en palabras suyas: "En resumen, cada vez mas cerca de ser Iron Man".

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