Diez años después de la conquista mexicana por parte de los españoles, el caos reinaba en las culturas que se encontraban en el país, donde españoles e indígenas no lograban conciliar sus diferencias y peor aún aparece una nueva raza mestiza, que es completamente denigrada por ambas culturas. Este es el escenario complicado que escoge la Santísima Virgen María con una apariencia mestiza, para presentarse a un humilde indígena llamado Juan Diego.

Un mensaje que pide humildad

El relato narrado en Náhuatl con escritura castellana, recopilado en un libro llamado el Nica Mopohua, nos muestra los diálogos entre Juan Diego y la Santísima Virgen que son envueltos por el amor, la esperanza y la humildad. Y es que este es el punto esencial de esta aparición, un mensaje que pide humildad en pueblos que estaban divididos, para así alcanzar amor y esperanza.
El Papa Francisco nos dice que el pueblo del continente americano, es un pueblo de tantas culturas y que se representa en la Guadalupana que nos invita a abrir los brazos para recibir a todos independientemente de su origen.

¡Unir a todos!

Este ha sido el propósito de esta aparición, unir a todos, así mismo como la imagen tiene sus manos unidas, una más morena que otra, representando a las dos culturas de la época. Estas dos culturas se unen en el relato de Nica Mopohua, tanto en lengua como en escritura, e igualmente como la propia imagen caracteriza tantos elementos indígenas en una aparición del credo español.

Una aparición que entrelaza a todo un continente

Una imagen donde la misma ciencia se ha unido a la fe; basta conocer las declaraciones del premio Nobel de química Richard Khun, que no logró encontrar origen de los colorantes de la tilma. Pero sobre todo una aparición que une a todo un continente, donde basta mirar la fe de todos los pueblos guardando su esperanza en esa promesa de amor hecha por “la más pequeña de mis hijas” a Juan Diego “No temas, ¿no estoy yo aquí que soy tu madre?”

Una fe que incluye a todos

Esta fe que nos une como cristianos no puede permitir espacios para los distintos tipos de discriminación. Nuestra fe cristiana es una fe que incluye a todos sin importar su credo, nacionalidad, sexualidad, raza, etc. ¿no era el andar de Jesucristo incluir a todos aquellos que eran marginados por su propia fe en esa época? ¿No fue el mensaje de Nuestra Señora de Guadalupe la unión de sus hijos?

La ciencia no ha podido explicar cómo una humilde tilma campesina, ha perdurado tantos años en buen estado, cuando se estimaría que son pocos para degradarse y es ahí dónde puede radicar el secreto de esto, para que María permanezca con nosotros debemos recibirla así tan humildes como esa tilma.


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Alonso Ramírez

Alonso es ingeniero mecánico, es nuestro único escritor costarricense, proviene de Cartago y ahí es servidor y formador en la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles. Es amante de la historia de la Iglesia principalmente en los estudios de nuestros primeros padres, fanático seguidor de San Agustín y Santo Tomás de Aquino.

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