Hola querido lector. ¡Qué gusto encontrarnos de nuevo! El tema sobre el que hoy escribo es muy aplicable en nuestras vidas (como todo lo que Jesús nos enseña). Ya sea que en tu trabajo tengas personas a tu cargo, seas mamá o papá, coordinador de un grupo de jóvenes o adultos en tu Iglesia o tal vez como estudiante te ha tocado tener una comisión. Déjame decirte entonces que este artículo está pensado especialmente para ti.
La razón por la cual el mensaje de Jesús es tan poderoso y vigente no es sólo porque lo dijo con elocuencia o usando palabras bonitas. Su mensaje sigue impactándonos porque nos da ejemplo con su vida del cómo y por qué hacerlo. San Francisco de Asís lo dijo así: “Predica el Evangelio en todo momento, y si es necesario usa palabras”. El reto está entonces en hacer las cosas ordinarias de nuestra vida con extraordinario amor, así como Jesús.
Y con el propósito de que nuestra vida familiar, laboral, parroquial, social o escolar hable de la Buena Nueva, te dejo estas 5 enseñanzas de Jesús como líder:
1. Conoce a sus discípulos
Conocer a sus discípulos o en nuestro caso a nuestros compañeros, hijos, familia o amigos es lo primero, lo fue para Jesús. Cuando los discípulos de Juan el Bautista vieron y siguieron al Señor, Él los invitó a su casa. En nuestra cultura y en muchas otras esto es signo de confianza. A Pedro lo conoce y nombra “Tu eres Simón, hijo de Juan”. Natanael se sorprende al escuchar que Jesús lo conoce y lo ha visto “Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas bajo la higuera, yo te vi”.
¡Qué bendición cuando nos sentimos en confianza, cuando se nos respeta, cuando se nos ve! Asegúrate de conocer a tu gente.
2. Reconoce su potencial
Jesús no se detuvo en sólo conocerlos “por fuera”, sus nombres u ocupaciones. Un buen líder se interesa por ir más allá mostrando a las personas sus virtudes, hasta las que ellos desconocen. Te pondré el ejemplo de Pedro, Jesús inicia por llamarlo Simón (caña quebradiza). Conoce sus fortalezas pero también sus áreas de oportunidad. Le dice también el nombre de su padre, es decir, conoce de donde viene. Y no se detuvo ahí, mas adelante le dice: “pero te llamarás Kefas (que significa piedra). Su maestro, su líder le revela hacia donde lo quiere llevar.
3. Los saca de su zona de confort:
Cuando los discípulos deciden seguir a Jesús dejan lo que conocían, lo que sabían hacer (ser pescadores, recaudadores de impuestos, etc.) y eso está bien, pues aunque suene difícil, muy difícil, es ahí donde aprendemos y un buen líder lo sabe.
¿Recuerdas cuando los discípulos estaban asustados en la barca? Imagina la escena: en el agua, de noche, con viento, Jesús llama a Pedro a hacer lo que parecía imposible: “caminar sobre el agua”. No habían pescado nada, probablemente se sentían derrotados o fracasados y El Señor los invita a ir mar adentro, es decir a dar un poco más, a confiar.
4. Los llama amigos
Jesús tenía la tarea más importante de la historia en Él, y eso no le impidió amar. Si eres el líder de tu familia o de un grupo de amigos tal vez esta parte no te resulte difícil. Si eres servidor público, gerente de una empresa o tienes un negocio tal vez te preguntarás ¿Cómo puedo amarlos? ¿Es sano que lo haga? La respuesta a la primera pregunta se encuentra en los primeros 3 puntos: los amarás por que los conoces, y a la segunda es “¡Sí!”, el mandato es “amar al prójimo” y ¿quién es el prójimo? Tu más próximo. No te pido que todo sea abrazos y besos en tu ambiente laboral, pero que ya sea que corrijas o felicites lo hagas por y con amor.
5. Les lavó los pies
Como te comentaba al principio, Jesús no solo enseñaba con sus palabras, sus enseñanzas más importantes vinieron del ejemplo. Este es nuestro llamado también en donde quiera que estemos, pero sobre todo si se nos ha puesto en una posición de líder. Todo cuanto queramos decir, cuanto queramos enseñar debemos de hacerlo primero, es la congruencia en nuestros actos lo que nos dará el verdadero liderazgo. Al lavarles los pies, Jesús les enseña sobre el servicio, sobre ser el último si queremos ser los primeros, sobre la humildad, pero también los prepara para ser los siguientes líderes, los que tendrán que conocer, reconocer, llamar, amar y formar a otros.
Espero estos 5 puntos te sean de gran ayuda. Como última recomendación recuerda que “toda autoridad” por pequeña o momentánea que sea se nos ha dado de arriba. Es decir, no importa en que posición estemos, nadie es más que nadie a los ojos de Dios, sólo quiere decir que Dios confió en ti para desempeñar este trabajo, hazlo con amabilidad, con amor y confiando en que el verdadero líder te acompaña.
