En la Biblia de San José se nos habla muy poco, además de saber que es carpintero, en un breve versículo se le describe como: “Un hombre justo” (Mateo 1,19), pero fuera de eso no sabemos mucho de él y San José nunca toma la palabra a lo largo de los evangelios. Sin embargo, hay mucho que podemos aprender de este gran santo que fue nada más y nada menos que escogido por Dios Padre para ser el padre de Jesús.

La Biblia no nos habla de maestros, formadores o personas de las que Jesús haya aprendido antes de su vida pública, sólo nos habla de sus padres: José y María. Muchísimo habrá aprendido Jesús de sus padres, para que nos relate Lucas: “Jesús… vivió obedeciéndolos en todo” Lucas 2,51. Siguiendo los pasos de nuestro Maestro, que aprendió de San José para seguir creciendo en estatura, sabiduría y gracia (Lucas 2,52)
Así que demos una buena mirada a San José y aprendamos también nosotros de él.

Una Mirada a San José

Miraremos a San José a través de algunos pasajes. Hay muchísimas cosas que podemos aprender de San José (seas hombre o mujer), hoy te propongo que mirando a San José aprendemos estas 4 características:

• Hombre Obediente
• Hombre Fiel
• Hombre Casto
• Hombre de Oración
• Hombre que inspira a Amar

Hombre Obediente

Para resaltar la obediencia de José te comparto el pasaje de Mateo 2,13-15 donde dice que Herodes quería matar al niño Jesús, por lo tanto, Dios le pide a José a través de sueños que huya a Egipto con su familia.
José no discute con Dios, no se detiene por tener que dejar casa, trabajo, pendientes, nada.
“Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y huyó a Egipto” (Mateo 2,14)
La escritura dice que José se levantó en ese preciso momento y obedeció a Dios.

Imagina que José pensara algo así: “Igual y nos quedamos unos días más aquí, después nos alistamos con calma y luego ya nos vamos a Egipto”. Si así fuera quizá Herodes hubiera logrado asesinar al niño Jesús, pero José no retrasa su obediencia, no sólo obedece a la voluntad de Dios, además la obedece a tiempo. Alguna vez escuché que obediencia a destiempo, es desobediencia. Aprendamos pues de San José a ser obedientes a Dios.

Hombre Fiel

La misión de San José fue custodiar a la Sagrada Familia, esta familia como vimos en el punto anterior sufría persecuciones, por lo cual la persona que fuera a custodiarla tenía que hacerlo con total fidelidad. Para ejemplificar la fidelidad de José para con su esposa María y su hijo, recordemos la escena del nacimiento de Jesús en Belén.

La Biblia nos cuenta que no había lugar para ellos, nadie quería recibirlos…Imagina a San José en una ciudad que no era la suya, buscando alojamiento por todos lados sin poder encontrar, tocando de puerta en puerta con su esposa embarazada y a punto de dar a luz, sintiendo una impotencia de no poder tener un mejor lugar para María y su hijo por nacer.

Sin embargo José continúa fiel a su misión de cuidar y custodiar esta familia, de modo que, finalmente consigue un lugar en aquel portal de Belén, en donde recostarían al niño envuelto en pañales en un pesebre. La fidelidad de José permanece a pesar de que la situación lo desanime, el no deja de vivir la fidelidad.

Hombre Casto

La fidelidad de José a Dios es reconocida, la castidad implica fidelidad en el matrimonio, pero además se hace presente en el resto de nuestras acciones: como hablamos, cómo nos vestimos, cómo manejamos nuestro cuerpo.
Recordemos que María permaneció Virgen gracias a que ella y José acordaron vivir en castidad, aun estando casados. José consagró su cuerpo a Dios, junto con María.

Hombre de Oración

San José era un buen judío, y como buen judío era un hombre devoto, que asistía los sábados a la sinagoga, que asistía a Jerusalén a celebrar la Pascua cada año y además llevaba a María y a Jesús con él, un hombre de oración.
Incluso Dios se comunica con san José en sueños y él es capaz de captar el mensaje.

Esto se debe a que San José es un hombre de oración, que tiene comunicación íntima y constante con su Dios.
De este ejemplo y de María es de donde Jesús notará lo importante que es la oración.

Hombre que inspira a Amar

Hay una Jaculatoria que dice:
“Sagrada Familia, sé nuestra guía e inspiración en el Amor”

San José es también una inspiración para amar, de una forma callada se entrega totalmente a aquello que ama, todos los días. Imagina que José trabajó como carpintero diariamente para darle de comer a su hijo y a su esposa María, no era millonario, sin embargo, todos los días hacía lo que le tocaba para darle lo necesario a su familia, y esto sólo por amor.

Me imagino a un José que trataba con ternura a María, a un José que le enseñaba a orar a Jesús y lo llevaba a la sinagoga, a un José que cumplía con sus deberes religiosos, me imagino a un José que hizo todo por su familia, desgastándose por amor a su familia, en las cosas sencillas y comunes, en el proveer para su familia, en el besarlos al irse a trabajar, quizá sin reflectores, quizá sin cosas muy espectaculares, sin embargo San José se gana el cielo debido a que demostró el amor en las cosas sencillas, pero hechas con amor y llevadas a cabo día tras día.

Así también nosotros podremos amar inspirados por él siguiendo sus huellas, de Hombre Obediente, Hombre Fiel, Hombre Casto, Hombre de Oración y Hombre que nos inspira a amar.

Que Dios te bendiga.
San José, ruega por nosotros.


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Iván Castillo

Ama a Dios y la Vida, su Familia y Amigos, la Música el Deporte y la Aventura, Aprender, Reír, Bailar y Viajar. Es un siervo de Dios apasionado por los jóvenes, Predicador y Formador de nuevos evangelizadores, Coordinador de Grupos Juveniles, Misionero, Ingeniero y quizá hasta escritor. Desde hace años está Casado con Jesús… Oseas 2,18.

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