“Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”. Pero yo les digo: No resistan al malvado. Antes bien, si alguien te golpea en la mejilla derecha, ofrécele también la otra.” Mateo5, 38-39
Tantos libros, capítulos y versículos contenidos en la Biblia para que providencialmente fueran estos los que quedaran impregnados en una pieza de acero, haciendo vivo el mensaje que la palabra de Dios es eterna y ” El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán (Mt 24,35)”.
Este curioso hallazgo data desde marzo del 2002, cuando un bombero quién en función de sus labores, descubrió este peculiar fragmento de Biblia que se había fusionado con un trozo de acero al colapsarse el World Trade Center.
Después de haber sido rescatada fue entregada en manos del fotógrafo Joel Meyerowitz quién dijo: “Esta Biblia triturada, quemada y cubierta de escombros me llegó de las manos amorosas de un bombero que sabía que yo era el guardián de la zona cero”.
“Mi asombro al ver la página abierta a la Biblia me hizo darme cuenta de que el mensaje de la Biblia sobrevive a través del tiempo”, dijo, “y en cada época interpretamos sus enseñanzas en forma reciente, según lo requiera la ocasión”.
