La transfiguración de Jesús la podemos leer en 3 pasajes de la Biblia, en Mt 17, 1-13, Mc 9, 1-13 y Lc 9, 28-36. Donde básicamente nos cuenta que un día Jesús le dijo a Pedro, a Santiago y a Juan que lo acompañasen y se los llevó a un cerro muy alto donde se transfiguro y apareció Elías y Moisés y una nube lo cubrió y se iluminó su rostro, las vestiduras se le pusieron blanquísimas y se escuchó una voz que dijo, “Este es mi hijo amado, escúchenlo”.
Significa cambiar de figura o aspecto
Bueno, se preguntarán qué significa esa palabrota -Transfiguración-, pues transfiguración significa cambiar de figura o aspecto a alguien o algo. Pero ¿por qué hizo esto Jesús? Vamos poniéndonos en contexto, las semanas anteriores a este acontecimiento Jesús les había estado diciendo que iba a padecer a mano de los judíos, la inminencia de su pasión y sufrimientos sacaban de onda a los apóstoles.
Jesús se transfigura para reconfortarles
Así que fue una forma de Él de reconfortarles, mostrarles un poco de la Gloria que Él tiene, ya que como enseñó Santo Tomás, para que una persona ande por un camino, debe de saber hacia donde quiere ir, por eso era de suma importancia manifestarle a sus discípulos la gloria de su claridad.
Ahora, ¿por qué Jesús escogió a Santiago, a Juan y a Pedro?, ¿qué tienen ellos para haber sido elegidos y así poder ser testigos de este tan especial momento? Jesús llevó a los apóstoles que más le demostraban su amor y su fidelidad, Juan el más puro de alma (era el chiquillo), Santiago, el mas atrevido, tanto que fue el primero en derramar su sangre por Cristo, y Pedro, el que más trabajaba por Él.
La gloria de Jesús se manifiesta hasta la resurrección
Jesús les mostró su gloria a estos tres discípulos suyos, y luego les pidió que mantuvieran el secreto hasta que el hijo del hombre resucitara de entre los muertos.
Yo me preguntaría, ¿para qué me enseña esto si no va a querer que lo platique hasta que resucite?, ¿qué sentido tiene? Pues bien, les pidió esto con tal de que no resultara increíble y de esta manera resultara un escándalo la cruz, que venía a continuación, o también, para que el pueblo no quisiera impedirla totalmente, sino hasta que todos fuesen llenos del Espíritu Santo.
Moisés: el padre la Ley
Moisés y Elías, ellos, ¿qué tienen que ver ahí? ¿Recuerdan quien fue Moisés, y quien fue Elías? Para los que no, Moisés fue aquél a quien se le dio la Ley, y Elías, se le considera el primer profeta, o el más grande de los profetas.
Entonces una de las razones por las cuales se presentaron ellos dos es que en aquellos tiempos algunos se creía que Jesús era Elías, y al verlo junto a Jesús se vio la diferencia entre los siervos y el Señor.
Jesús tiene poder sobre la muerte y la vida, y lo demostró con este hecho
Otra razón fue para demostrar que Él tiene poder sobre la muerte y la vida y que es juez de vivos y muertos.
Además, les presentó a estos personajes ya que como los apóstoles tendrían una experiencia con la muerte y Moisés se presentó frente al faraón y Elías ante el rey Acab, (cfr. Ex 5; 1Re 18) y quería que los discípulos aprendieran o recordaran la mansedumbre de Moisés y el celo de Elías.
¿Has visto tu a Jesús transfigurado?
Se preguntarán ¿y todo esto a mí de qué me sirve?, la neta es que la historia está muy bonita, pero eso pasó hace como 2000 años o más. Entonces me gustaría preguntarles, ¿alguna vez los ha llamado Jesús a un monte alto, como a Santiago a Pedro y a Juan? ¿En qué momento?
Yo creo que, si lo ha hecho, cuando hemos estado en algún retiro, congreso, peregrinación, es más yo creo que hasta en una hora santa de esas en las que sentimos que somos los mas íntimos amigos de Jesús (espero que, en la mayoría, y si no, no te preocupes ya habrá alguna). Ya que sentimos la presencia de Dios intensamente, con un gozo que no cabe dentro de nosotros.
La experiencia de Dios nutre nuestro espíritu
Estas experiencias nos despiertan, nos nutren e iluminan nuestra Fe, pero como sucedió en el monte Tabor (donde Jesús se transfiguró) éstas tienen un final y hay que regresar a las labores del día a día.
Pero, así como Pedro, Santiago y Juan, debemos de tomar estos momentos para mirar la meta, ver hacia dónde queremos ir, y, además, nosotros a diferencia de ellos tres, ya podemos hablar de la gloria de Jesús porque ya resucitó.
Así que te invito a que, si ya tuviste una experiencia muy cercana con Dios, revivas esa experiencia en tu corazón y pregúntale a Jesús ¿hacia dónde me quieres llevar con esta experiencia?
