La vida es este precioso regalo que Dios nos otorgó a cada uno y nos ha dado con ella un sin fin de obsequios en sus creaciones para que busquemos siempre la felicidad. Hacer un plan para alcanzar la felicidad es un punto muy importante, ¿qué haces tú?.

En muchas ocasiones queremos encontrar esa felicidad arrebatando el mundo, teniendo muchísimos sueños y aspiraciones, o al contrario, se nos dificulta perseguir sueños nuevos y preferimos quedarnos estancados pensando que no podemos lograr nada más, olvidando que somos seres tan capaces de seguir aprendiendo y reconstruyéndonos.

Manos a la obra

Y si te pasa cualquiera de las dos cosas, entonces es necesario plantear una serie de objetivos y metas a alcanzar para seguir disfrutando de todo lo que Dios ha puesto para nosotros en este maravilloso mundo en que vivimos. Para facilitarte el planteamiento de los objetivos, te propongo en este artículo diseñar un plan de vida.

Y ¿cómo empezarlo?

A continuación te daré algunos pequeños tips que puedes poner en práctica, recordando siempre que esta vida es cambiante, por lo tanto le vas a ir dando estructura a tu vida y a tu plan mientras creces y continúas aprendiendo.

Puedes incluir objetivos a corto, mediano y/o largo plazo y recordar que la vida es un proceso, que todas las experiencias vividas nos llevan a poner en juego nuestras habilidades y capacidades y que constantemente nos estamos reinventando, es decir, no somos las mismas personas que éramos hace 10 años.

Buscamos la trascendencia

Nosotros como seres humanos, desde pequeños, buscamos la superación personal, por ejemplo, no nos conformamos con haber aprendido a gatear sino que fuimos buscando la manera de aprender a caminar y lo intentamos teniendo un millón de caídas y sentones hasta que lo logramos.

Y así cada cosa que hemos conseguido en nuestras vidas desde pequeños hasta la actualidad es por el esfuerzo y perseverancia que ponemos ante los objetivos hasta alcanzarlos. Así que no te desesperes, quizás no lo alcances en la primera oportunidad pero no te des por vencido, ¡sé que lo lograrás!

1. Realiza un análisis profundo acerca de ti mismo.

Date un clavado en tu interior y piensa en las cosas que más te gustan de ti, las que son más significativas y por ello valoras más, todo aquello que te hace ser feliz y te ayudaría a lo que quieres ser y hacer en tu vida. Incluso puedes hacer una lista en donde expongas principalmente tus habilidades y lo que más te gusta hacer para continuar tomándolos en cuenta en tu plan de acción.

2. ¿Cuáles son las razones detrás de lo que quieres ser o hacer?

Un ejercicio quizás muy dramático es el imaginarte tu propio funeral. ¿Quiénes son las personas presentes?, ¿Qué logras escuchar que dicen de ti esas personas?, ¿Cómo te describe y qué dice de ti la persona encargada del discurso? Quizás dicen que fuiste una madre de familia muy entregada, o que eras muy productivo en tu trabajo, o que cambiaste la vida de muchas personas porque te gustaba ir de misiones cada año, etc.

3. Define tus prioridades.

Ahora que has considerado las razones de lo que quieres ser y hacer en tu vida, pudieras enlistarlas para tomarlas siempre en cuenta cuando lleves a cabo tu plan de acción.

4. Toma en cuenta tus habilidades y capacidades.

¿Qué necesitarías para ser la persona que quieres ser? Si una de tus principales metas es “viajar” entonces quizás quieras considerar salir a hacer ejercicio frecuentemente para poder dar largos recorridos de las ciudades que conozcas, alimentarte sanamente, trabajar y ahorrar lo más que puedas para financiar tus viajes, etc.

5. Pon a la vista de manera motivacional tu plan de vida.

Quizás decorar un espacio de la pared de tu cuarto con un collage de recortes de las metas que te propusiste, de palabras claves que te ayuden a alcanzar tu objetivo, el listado previo del análisis de cómo te ves en un futuro, etc.

6. Revisa tu plan de vida.

Como te decía en un inicio, la vida siempre cambia y nosotros también. Es importante que revises tu plan de vida ocasionalmente para cerciorarte si lo que estás haciendo te está acercando o alejando de tus metas primeras. Analiza y evalúa los obstáculos que tal vez se hayan presentado y si es necesario replantéate nuevos objetivos. Si por motivos diversos no alcanzaste a realizar el plan de vida que tenías en mente, no tengas miedo de volver a empezar escribiendo de nuevo un plan de vida diferente al anterior. Considera qué es diferente, qué es más importante para ti ahora y cómo cumplirás esta nueva meta.

Y por supuesto, es muy importante incluir en tu plan de vida el ejercicio de tu espiritualidad, asistiendo a misas, con la Comunión, rezando el Rosario y practicando obras de caridad en la medida de lo posible para alimentar tu alma y tu espíritu.


¿Te gustó? ¡Comparte con tus amigos!

876 shares
Lorena Garza

¡Hola! Soy Lorena Garza. Pasé mi adolescencia y juventud en los grupos de la Iglesia en donde encontré el gran amor de Dios. Me gusta mucho pasar mi tiempo con mi familia, esposo, amigos y ¿por qué no?, conmigo misma. Intento siempre llevar paz y positividad en donde me encuentre. Aquí te dejo una de mis citas favoritas escrita por Santa Teresa de Ávila: "Nada te turbe, Nada te espante, Todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia Todo lo alcanza; Quien a Dios tiene Nada le falta: Sólo Dios basta." Aqui te dejo una de mis citas favoritas escrita por Santa Teresa de Ávila: "Nada te turbe, Nada te espante, Todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia Todo lo alcanza; Quien a Dios tiene Nada le falta: Sólo Dios basta."

Comments

comments