Definitivamente el fútbol es uno de los eventos que más masas mueve a nivel mundial y esta pasión que tanto aman chicos y grandes se extiende mucho más en la época del mundial.
Cabe rescatar que así como muchas veces podemos ver que esta pasión saca a flote las cualidades más negativas del ser humano en el fanatismo, cuando se vive alegremente definitivamente logra sacar las mejores cualidades del ser humano.
Se viven momentos invaluables a la hora de ver futbol
Tantas imágenes que vemos día a día y que nos hacen poner chinita la piel de tantos gestos humanos que se viven bajo la pasión del fútbol
No ha sido un secreto la afición que el Papa Francisco guarda hacia San Lorenzo del Almagro, club de fútbol argentino, o tantos partidos de fútbol que se realizaron para obras benéficas. Nos queda en la memoria al gran Maradona jugando en campo abierto por una obra benéfica o aquel cese de la guerra que un Pelé logró al llegar a jugar a Nigeria e incluso los primeros alumnos de Don Bosco son los fundadores de lo que hoy es la Juventus de Turín, uno de los principales clubes de fútbol del mundo.
Historias desconocidas detrás del balón
Tantos jóvenes que dejaron sus vicios por este deporte, tantas historias de pobreza que encontraron en esta pasión su forma de salir adelante. Pero sobre todo el sentido humano que muchos de sus jugadores y seguidores muestran en el ambiente futbolístico
Este mundial nos ha dejado imágenes muy emotivas:
– Romelu Lukaku de Bélgica y Fidel Escobar de Panamá agradecen a su Dios luego de concluir el encuentro sin importar el resultado.
– Aficionados colombianos y mexicanos se unen para alzar en hombros a un aficionado egipcio con capacidades especiales para que logre disfrutar el encuentro de su selección.
– Una aficionada mexicana le da la bendición a cada uno de los jugadores de su selección antes del encuentro contra Alemania.
– E incluso antes de este encuentro entre Mexico y Alemania la selección mexicana asiste a una eucaristía.
– Y tantos jugadores que se detienen para interactuar con aficionados que ven en ellos figuras de ejemplo y a los cuales admiran por sus logros.
– Aficionados que abrazan y hacen señas táctiles a una persona no vidente y muda para que logre disfrutar el juego y sentir la misma pasión.
Para muchos el fútbol es el opio del pueblo, pero definitivamente es bueno cuando este movimiento masivo ayuda a rescatar la fe en la humanidad.
Ya lo citó el Papa Francisco en algún momento: “Con el deporte es posible construir la cultura del encuentro entre todos, por un mundo de paz.”
