Me considero Juanpablista de mi juventud hasta el momento, no son pocos los que se conmovieron con el santo padre viajero. Karol Waojtyla no sólo es considerado uno de los pensadores más importantes del siglo XX, es visto también como el obispo de Roma que más mensaje dedicó a la juventud, por eso vive en el corazón de todas aquellas personas que escucharon con atención su voz dirigida con la única intención de ablandar el actuar de la humanidad y redireccionar el camino que se manifestaba durante su época.

También existen los antijuanpablistas que curiosamente no alcanzan a dimensionar la profundidad del mensaje de Karol al mundo, pero quiénes somos nosotros para criticar algún diálogo presentado por el hombre que avanzo en el derrumbe del muro de Berlín, el mismo hombre que como cardenal enfrentó seriamente el ataque comunista y que estudió el sacerdocio en la clandestinidad de una Polonia dominada por el régimen Nazi. Un personaje que desde sus inicios en el camino, que no pintaría nada fácil, se enamora de los poemas de San Juan de la Cruz y mira como el terror en la segunda guerra mundial puede destrozar a las familias.

Pasó solo la mayor parte de su vida, su madre lo acompaño de niño al igual que su hermano los cuales acabaron falleciendo sin que él pudiera entrar aún a la juventud y dando como resultado ser el fiel encargado de cuidar a su padre que no tardaría mucho en reunirse con el resto de la familia. El mismo Juan Pablo II comenta en muchas de sus entrevistas que a pesar de quedar huérfano a tan corta edad nunca dejó de ver en sus amigos y los parientes de sus amigos familias otorgadas por Dios en su vida. Son demasiados los libros dedicados a su historia, pero también son muchos los textos que él mismo escribió para compartir con sus seres queridos y la iglesia.

Titulamos este artículo como el santo siempre joven porque habrá muchos aspectos que rescatar al polaco de espalda dura, uno de ellos es que le fascinaba practicar deporte y uno de sus favoritos era esquiar y los cayacs, también hacía fútbol con los estudiantes y le encantaba el senderismo como práctica educativa. Existe otra historia a su vez que llena de alegría conocer a los que vemos en Karol un hombre como pocos, se divertía tanto con uno de los payasos que era invitado al congreso anual universitario de Semana Santa en Roma donde el tan buen acto del animador hacía que el santo padre se doblara de la risa, curiosamente el último año le pidieron que no hiciera un espectáculo tan divertido porque se temía por la salud de Juan Pablo.

El padre que nunca quiso dejar de viajar y hasta en su último viacrucis no cedió ante las recomendaciones de sus obispos para conservarse en cama ¿Qué podemos decir de Karol Wojtyla? Un hombre que a más de una década de su muerte sigue llenando de sorpresas los corazones de quien le admira. Simplemente nos queda seguir mirando fascinados la juventud con la que actuó (Y sigue actuando, a mi parecer) para llevar a cabo el trabajo de evangelizar, seguir enamorados de ese Cristo joven y fuerte abrazado a la cruz que quiso ser imitado por la vida de San Juan Pablo II y pedir de su consejo en la oración para que nosotros a su vez nunca dejemos de sentir ese pasional amor por un Dios que todo lo puede.

Para los jóvenes San Juan Pablo II dijo:

“Vosotros sois la sal de la tierra… Vosotros sois la luz del mundo”
“La humanidad tiene la necesidad imperiosa del testimonio de jóvenes libres y valientes, que se atrevan a caminar contra corriente y a proclamar con fuerza y entusiasmo la propia fe en Dios, Señor y Salvador”
“La juventud no está muerta cuando está cercana al maestro”
“Soy un joven de 83 años”


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Raúl Trujillo

Raúl es un maestro de nivel secundaria con especialidad en Formación Cívica y Ética, participó como escritor en dos publicaciones oficiales de su escuela y disfruta mucho de los grupos católicos juveniles de los cuales ya tiene más de 10 años de experiencia.

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