Así que fue muy agradable descubrir la vida de San Felipe Neri y cómo muy a su estilo, vivía el evangelio que Jesús nos enseñó, te lo comparto…

1 – Infancia y Conversión.

Felipe nació en Italia en una ciudad llamada Florencia en el año 1515.

Quedó huérfano de madre, y aunque después tuvo una madrastra que se convirtió en madre para él, su padre lo mandó a San Germano para que aprendiera de negocios con un tío muy adinerado que tenia. Felipe finalmente renuncia a las riquezas y decide vivir una vida sencilla conforme al evangelio en Roma.

2 – El Gran Corazón de Felipe Neri

Acostumbramos decir que cuando alguien es muy amoroso o bueno, tiene un gran corazón, pero con Felipe Neri (Don Filippo como lo llamaban) esta frase va mas allá de sólo eso.

Cerca del año 1544 previo a la Fiesta de Pentecostés, El Espíritu le concede una gracia excepcional. Felipe al estar orando siente el Amor de Dios y ve una llama en forma de globo, la cual llega hasta su corazón, el cual vibró intensamente, y esto provocó que físicamente se le agrandara el corazón, esto al punto de que dos costillas se le rompieran para que cupiera su corazón en su pecho, las cuales terminarían haciendo un arco para dar lugar al corazón de Felipe ensanchado por el Amor de Dios. Esta experiencia le hizo sentir un profundo amor por su prójimo y también recibió dones sobrenaturales.

3 – La Alegría del divertido Felipe, Patrono de los Humoristas.

Felipe era alguien muy alegre, divertido y feliz.
En una época donde había mucha miseria física y espiritual, Felipe fue conocido no sólo por su santidad si no también por su buen humor, hay quienes lo llaman el Santo más feliz de Dios.
Donde sea que Felipe llegaba se formaba un ambiente de fiesta y buen humor, la gente se reía de buena gana de sus chistes y en ocasiones hasta exageraba sus chistes y se hacia el medio payaso para pasar desapercibido y que la gente no lo creyera santo, no lo esperaba pero hasta se convirtió en patrono de los comediantes.

4 – Su predilección por los Niños, Patrono de los educadores.

Felipe es también recordado por su predilección por los niños, ya que el santo en vida reúne a centenares de niños para educarlos y volverlos buenos cristianos. Era común que al tener tantos niños reunidos estos hicieran mucho ruido con sus risas y juegos, pero Felipe decía:

“Lo importante es que no pequen, lo demás no me disgusta.”

Este carisma de Felipe inspiraría también a personajes como San Juan Bosco, ya que Felipe desde la mañana se dedicaba a enseñar catecismo a sus niños que eran usualmente de la calle y lo hacía con singular alegría además de que le gustaba mucho el canto a la hora de trabajar con ellos.

5 – Su Humildad y Obediencia.

A pesar de haber estudiado filosofía y teología él se dedicaba al servicio de los demás siendo solo un Laico, ya que por humildad se resistía a convertirse en Sacerdote ya que se consideraba indigno. Sin embargo, su confesor estaba convencido de que Felipe haría grandes cosas como sacerdote, por lo cual en obediencia a su confesor y siguiendo su consejo el 1551 recibió la orden sacerdotal.

En otro momento de su vida se le quiso hacer cardenal, a lo cual Felipe se resistió.

Fue contemporáneo de otros santos como San Ignacio de Loyola, y a pesar de querer hacerse misionero como san Francisco Javier o retirarse a llevar una vida de oración como ermitaño, supo obedecer la voluntad de Dios que a través de visiones le comunicó que quería que se quedara en Roma, donde llevó a cabo una vida de apostolado ganándose el título de “Apóstol de roma”, así obedeciendo no sólo a sus superiores sino también a Dios.

6 – Apostolado desde el confesionario y por lo pobres

San Felipe Neri fue un gran confesor, ya que desde el alba comenzaba a confesar a sus penitentes hasta el mediodía. Celebraba la misa y más tarde nuevamente recibía a los penitentes en su habitación. El Santo tenía el Don de leer el pensamiento de sus penitentes por lo que logró numerosas conversiones. Con paciencia analizaba cada pecado y con sabiduría daba a sus penitentes un remedio, guiándolos así por el camino de la santidad.

Felipe tenía un gran amor por el prójimo por lo que, de tanto atender a peregrinos, enfermos, convalecientes, crece tanto este ministerio que termina por fundar la “Cofradía de la trinidad de los peregrinos”.

7 – Dones del Santo y sus últimos días.

Haciendo eco de la Humildad de Felipe no me gustaría resaltar mucho sus dones sobrenaturales, pero vale la pena mencionarlos.

El santo tenía grandes éxtasis sobre todo al celebrar la misa, incluso se le vio levitar.
También se le concedió el don de realizar sanaciones extraordinarias, incluso en una ocasión resucita a un joven que había muerto por una grave enfermedad, para ayudarlo a bien morir.
Tenía el don de leer el pensamiento y su corazón ardía de amor y palpitaba aceleradamente al hacer obras espirituales.

Finalmente en sus últimos años sufre la enfermedad y pasa intermitentemente de estar enfermo y convaleciente a recuperarse varias veces.

En una ocasión se le aparece la Santísima virgen y lo sana.
Termina su vida en paz donde su ultimo día se dice que confesó y que se le notaba especialmente alegre aun a sus 80 años.
A la media noche le dio un ataque y bendiciendo a los compañeros sacerdotes que lo rodeaban los bendijo y expiró. San Felipe Neri fue canonizado en 1622.


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Iván Castillo

Ama a Dios y la Vida, su Familia y Amigos, la Música el Deporte y la Aventura, Aprender, Reír, Bailar y Viajar. Es un siervo de Dios apasionado por los jóvenes, Predicador y Formador de nuevos evangelizadores, Coordinador de Grupos Juveniles, Misionero, Ingeniero y quizá hasta escritor. Desde hace años está Casado con Jesús… Oseas 2,18.

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