Comenzaré diciendo que Dios tiene algo muy especial preparado para ti, que quizá aún no has descubierto o que ya llegó y aun no lo identificas, si es así, te invito a que descubras el boleto de lotería premiado que Dios te ha otorgado.

Estoy seguro que en algún momento de tu vida te has preguntado, ¿Cuál es el propósito de mi vida? ¿Cuál es mi misión? ¿Para qué fui creado?; de antemano sé que responder a estas preguntas es difícil, porque implica analizar a profundidad el rumbo y dirección que ha tomado nuestra vida, aunado a nuestra limitación humana que no nos permite ver más allá de mañana y si a todo esto le añadimos nuestro estado de fe y espiritualidad, se convertirá en una bola de nieve que viene cuesta abajo, pero antes de que te alarmes y sientas ese frío de preocupación y ansiedad por la naturalidad de las preguntas, permíteme decirte que todo aquello que pudiera venir a tu vida tiene un propósito y un fin.

Primero lo primero

Iniciaré por el pilar esencial que necesita tener nuestra vida, “Dios”. Y será por medio de la oración que obtendrás respuesta a dichos cuestionamientos, hay que recordar que Dios siempre está con nosotros y que desde el inicio de nuestra vida jamás nos ha dejado solos, al contrario, siempre se hace presente de diversas maneras, guiándonos hacia el propósito que él tiene para cada uno de nosotros y es nuestro deber vivir la aventura de descubrirlo.

Dios nos presenta la vocación que ha elegido de acuerdo a nuestras virtudes y habilidades, las cuales son muy diferentes y específicas para cada persona, por lo general se suele relacionar la palabra vocación a algún tipo de ordenación religiosa (sacerdote, diácono, hermana, etc.) y desconocemos lo que a nuestro alcance tenemos y que lo vivimos en el día a día, la palabra “vocación” proviene del latín “vocare” que significa llamar; y es que todos hemos recibido un llamado a servir desde nuestro bautismo y todos estamos llamados a la santidad y aunque no sabemos el plan completo de Dios para nuestras vidas por eso aquí te presento algunas las vocaciones específicas:

Religiosas y Religiosos

Son aquellas personas que se consagran a Dios y que forman parte de una congregación religiosa, generalmente los ubicamos como “hermanas o frailes”, teniendo como principales características la castidad, pobreza (sin apegos materiales), obediencia, el servicio va dirigido a la comunidad y fomentan la oración en las comunidades. Algunos son los dominicos, los franciscanos, los agustinos recoletos.

Sacerdocio

 

La vida sacerdotal es ordenada como miembro de una comunidad y tiene un papel principal como ministro sacramental dentro de la Iglesia, en donde alguno de sus servicios son predicar el evangelio, celebrar los sacramentos, enseñar las escrituras, recibir con amor a los nuevos cristianos, aconsejar a aquellas personas que se encuentren pasando por un momento difícil al igual que realizar servicio pastoral en donde se necesite. Pueden ser diocesanos, Franciscanos (que luego de ser frailes pueden ser ordenados sacerdotes).

Matrimonio

Efectivamente, leíste bien, el matrimonio es una vocación ya que mi servicio se basará en servir a mi cónyuge, además que ambos comparten una de las más hermosas misiones que es la formación de una familia, en donde el núcleo familiar debe de caracterizarse por encontrar el amor en su actuar, paciencia, fidelidad y ser fuente inicial evangelizadora de los nuevos integrantes de la misma (hijos).

Soltería (celibato)

Este estilo de vocación no se habla mucho, sin embargo la Iglesia no se olvida de ellos, la persona ofrece vivir en castidad, no es un sacramento como tal, sin embargo se hacen votos de fidelidad a Dios. Es aquí donde encontramos muestras de amor con la demás gente, ayudando en sus múltiples necesidades, de tal manera que tiene una semejanza con la entrega de aquellos que se han consagrado y es a través de este servicio que encontraran la felicidad plena, buscando siempre la imitación de Jesús. Hay algunas congregaciones como el Opus Dei o las Hijas de María Reina.

 

Recuerda todas las vocaciones son llamadas al servicio del amor y la entrega a los demás (que para eso fuimos creados), es de suma importancia hacer un espacio en nuestra vida para discernir sobre nuestro vocación, elegir la correcta facilitará altamente tu caminar con Jesús.

Después de haber leído esto, ¿ya descubriste tu vocación?


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Jesús Olivas García
Sus amistades le dicen Chuy, integrante del equipo de AltaVoz y Escritores de Catoliscopio, tiene 28 años, es enfermero desde hace 12 años por lo cual ha establecido su servicio en el cuidado y las necesidades de los demás, evangelizado desde 2012 por la comunidad JOMA (Jóvenes Mayores), ministerio evangelizador al cual pertenece, integrante del coro IXOYE de la Parroquia de Asuncion de María. Agradezco a Dios diariamente la oportunidad de poder alzar mi voz en su Su cita favorita es Gal 2,20 "Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mi".

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