La pregunta resulta ser un cuestionamiento frecuente en la cuaresma, algunos tienen ideas sumamente extrañas de dónde proviene la ceniza para el miércoles con el que iniciamos este tiempo litúrgico.
El miércoles de ceniza se oficia una misa de precepto con la que la comunidad católica emprende la conversión para preparar los caminos a Dios; durante la misma el sacerdote realiza un gesto donde coloca una cruz de ceniza como símbolo que compromete al feligrés con Dios y el prójimo. Anteriormente al imponer la ceniza se decía: “RECUERDA QUE POLVO ERES Y EN POLVO TE CONVERTIRÁS”, palabras tomadas del Génesis (Gen 3;19), recordándonos como dice el mismo Génesis, que Dios formó al hombre del polvo de la Tierra. Sin embargo en el Concilio Vaticano II se propuso cambiar el texto y la idea anterior y sustituirlo por el primer mensaje de Jesús: «CONVIÉRTETE Y CREE EN EL EVANGELIO (Mc 1;1,15)».
Esta manifestación tan particular del catolicismo es un signo externo que muestra que la persona tiene fe, y a través del cual quiere acercarse a Dios y al prójimo a través de los actos de caridad (Palabras del sacerdote Simón Herrera).
La pregunta que muchos se hacen es ¿De dónde viene la ceniza que se usa para la marca de la cruz? Y las respuestas son tan extrañas que muchos llegan a suponer que son el resultado de la cremación de los sacerdotes fallecidos; con todo y las respuestas tan fuera de lugar el día de hoy les compartimos que la ceniza del inicio de la cuaresma proviene de las palmas del Domingo de Ramos del año anterior e inclusive algunos afirman que existe la posibilidad de que fuesen también de ramas de olivo.
Recordemos que para este miércoles de ceniza lo más importante es comprometernos con Cristo en un camino donde el ayuno físico y espiritual sea la fuente de una fortaleza verdadera basada en el seguimiento de Cristo durante cuarenta días intensos en comunión con su cuerpo y el prójimo.
