Tal vez a alguno le tocó ver en las misas celebradas por el Papa el siguiente cuadro:

Este es conocido como “Salus Populi Romani” que, por si te lo preguntas, significa “salud para el pueblo romano” y la tradición le atribuye la autoría de este cuadro al evangelista San Lucas.

Te cuento por qué:

Déjame platicarte que San Pedro y San Juan convirtieron a muchos en la ciudad de Lidda, y construyeron una iglesia consagrada a María. Luego le pidieron a María que fuera con ellos y ella les dijo que se adelantaran. Al llegar ellos ahí, encontraron una estatua.

Tiempo después, cuando la Virgen María vivía con San Juan en Éfeso, San Lucas la visitó y quiso retratar a nuestra Madre. Sus acompañantes le pidieron que posara igual que en la estatua de Lidda y esta es la imagen que vemos arriba. Esta imagen está pintada en la madera de una mesa que la tradición dice que fue hecha por el mismo Jesús; otros dicen que es la madera de la mesa de la Última Cena.

Esta imagen permaneció en Jerusalén hasta que fue descubierta gracias a las visiones de Santa Elena, quien también encontró la cruz de Jesús. Ella la llevó a Constantinopla y de ahí pasó a Roma.

La Virgen María fue nombrada heredera

En el siglo IV un matrimonio mayor y sin hijos estaba preocupado de no tener herederos de su gran patrimonio. El hombre se llamaba Juan Patricio y el nombre de la esposa se desconoce. Ellos oraron por mucho tiempo por un heredero pero no lo concibieron. Fue entonces cuando decidieron nombrar como heredera a la Virgen María. Le oraron para que los guiara para saber qué quería que hicieran con la herencia. Ella se les apareció la noche del 4 de agosto y los llevó al Monte Esquilino, una de las siete colinas de Roma, en un punto que ella señaló con una nevada, y también se le apareció al Papa Liberio con el mismo mensaje.

A la mañana siguiente, el 5 de agosto, en pleno verano, todos vieron el terreno nevado, la nieve desapareció en cuanto marcaron el lugar.
El Papa Liberio mandó entonces construir la basílica, la de Santa María la Mayor, también conocida como Santa María de las Nieves o Basílica Liberiana, y al terminarla donó este ícono, que en ese momento se llamaba Regina Coeli o Reina del Cielo.

El pueblo romano se hizo muy devoto de esa imagen y cada vez que se encontraban en peligro de calamidades y pestes, recurrían a la Virgen para pedir su intercesión, y de ahí este ícono pasó a llamarse Salus Populi Romana.

Por: Luis René Radovich Calleros

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