Orar en familia es fundamental para preparar la llegada de nuestro Salvador, el camino de Belén y los corazones que quieren recibirle este Navidad. Aunque la oración es el alimento del alma, en ocasiones puede ser difícil encontrar el tiempo adecuado y más aún poder reunir a la familia para hacerlo. Sin embargo, dos santos insistieron bastante con la fortaleza espiritual que genera dedicar un momento a juntar nuestras plegarias en conjunto.

1. La Oración de Juan Pablo II

San Juan Pablo II, quien quedó huérfano desde edad muy temprana, vio en su testimonio la necesidad de hablar acerca de cómo la familia es una de las fuentes espirituales más necesarias para llegar al conocimiento de Cristo.

Karol, que desde joven adoptó los hogares de sus amigos como propios, sabía por experiencia que gozar de padres y hermanos era un privilegio que no todos tienen y que se necesita valorar. De lo anterior nace la siguiente oración que podemos meditar esta Noche Buena reunidos en casa:

Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, Padre, que eres Amor y Vida, haz que en cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo, “nacido de Mujer”, y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina, en verdadero santuario de la vida y del amor para las generaciones porque siempre se renuevan.
Haz que tu gracia guíe a los pensamientos y las obras de los esposos hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio, se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, que la Iglesia en todas las naciones de la tierra pueda cumplir fructíferamente su misión en la familia y por medio de la familia. Tú, que eres la Vida, la Verdad y El Amor, en la unidad del Hijo y del Espíritu santo.
Amen.

2. La Oración de Santa Teresa de Calcuta

También te invitamos a recordar a Santa Madre Teresa de Calcuta, quien diese su vida por la familia. Por esa familia que está lejos, por aquellos que no tienen techo, por quienes que no tendrán una cena ésta noche, por los hermanos que nos invita Cristo a adoptar. La Santa oraría de la siguiente forma:

Padre del Cielo, nos has dado un modelo de vida en la Santa Familia de Nazaret. Ayúdanos, Padre Amable a hacer de nuestra familia otra Nazaret, donde reinan el amor y la paz; que sea profundamente Contemplativa, totalmente Eucarística y Vibrante en la alegría.
Ayúdanos a permanecer juntos en la alegría y en el dolor a través de la oración en familia. Enséñanos a ver a Jesús en los miembros de nuestra familia, especialmente a descubrir Tu rostro escondido en su pobreza.
Que el Corazón Eucarístico de Jesús haga nuestros corazones mansos y humildes como el Suyo y nos ayude a hacer nuestros deberes, en la familia, en santidad.
Haz que podamos amarnos el uno a la otra, como Dios nos ama a cada uno de nosotros, cada día más, perdonándonos mutuamente como Tú perdonas nuestros pecados. Ayúdanos, oh Padre amable, a aceptar todo lo que nos das y a dar todo lo que tú nos pides con una gran sonrisa.
Corazón inmaculado de María, causa de nuestra alegría, reza por nosotros.
San José, reza por nosotros.
Santos Ángeles custodios, estad siempre con nosotros, guiadnos y protegednos.
Amen.

Esperamos que durante esta noche podamos conservar el amor, el espíritu, a Jesús, María y José dentro de nuestros corazones y hogares.
Que Cristo sea nuestra fortaleza y el calor de nuestros hogares.


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Raúl Trujillo

Raúl es un maestro de nivel secundaria con especialidad en Formación Cívica y Ética, participó como escritor en dos publicaciones oficiales de su escuela y disfruta mucho de los grupos católicos juveniles de los cuales ya tiene más de 10 años de experiencia.

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