En esta segunda parte continuamos explorando la Sagrada Escritura. Quiero compartirte las historias asombrosas de la Biblia que quizá no conoces, si aún no has leído la primera parte puedes leerla en este enlace: Historias Asombrosas de la Biblia que no conocías (parte 1)
3. El Sueño de Eutico.
Esta breve historia la puedes encontrar en Hechos 20,7-12. Nos relata una visita que Pablo hace a la ciudad de Tróade, donde se reunieron para la fracción del pan. Pablo les está predicando a los creyentes, pero su discurso se alargó hasta la media noche, por lo que a un muchacho llamado Eutico le entró el sueño y se quedó dormido.
Lo grave no fue que se quedara dormido, sino que dormía estando sentado en una ventana del lugar ¡que estaba en un tercer piso! Así dormido, Eutico cayó desde el tercer piso y sus compañeros lo encontraron muerto.
Afortunadamente Pablo bajo por él y tomó al muchacho en sus brazos y dijo: “No se alarmen, su alma aún está en él”.
Pablo subió nuevamente, partió el pan y lo comió, y siguió conversando con ellos hasta el amanecer, y luego se fue. En cuanto al joven Eutico lo trajeron vivo, lo que fue gran consuelo para todos.
Moraleja: Aún para los que se duermen, la eucaristía siempre es fuente de vida. Si no podemos creerlo preguntémosle a Eutico (pero mejor evitar eso de dormirse durante la misa).
4. El Matrimonio de Oseas y Gomer
Esta historia se me grabó en el corazón desde la primera vez que le escuché y tiene especial significado para mí.
Oseas es un profeta, y tiene todo un libro en la Biblia de 14 capítulos, pero aquí te compartiré solo los primeros capítulos.
Dios le habla al profeta Oseas y le dice lo siguiente:
“Ve y cásate con una prostituta y ten hijos con ella…” Oseas 1,2
¡¿Queee?! ¿En verdad Dios está diciéndole esto a su profeta? Esto fue lo que yo pensé al leer este pasaje y no me sorprendería si tú estuvieras pensando lo mismo. Sin embargo, Dios continúa diciéndole a Oseas que Israel, su pueblo, está prostituyéndose al alejarse de Yahvé.
Oseas obedece a Dios, encuentra a Gomer que era prostituta y efectivamente se casa con ella e incluso tienen hijos.
Quiero que antes de continuar con la historia reflexiones un poco lo difícil que fue para Oseas tomar por esposa a una prostituta. Imagina todas las infidelidades que tuvo que soportar por parte de su esposa. Sin embargo, lo que Dios trata de hacer es que Oseas se de cuenta y pueda denunciarle al pueblo de Israel que se ha vuelto una prostituta. Se entrega a otros dioses y Dios quiere que el pueblo vea sus muchas infidelidades. Habían sellado un pacto y no lo estaban cumpliendo.
Dios le dice a Oseas que esos hijos nacidos de Gomer, mientras es una prostituta, no le agradan para nada, incluso le dice que les ponga nombres con estos significados, a la niña “No Amada” y al Varón “No mi pueblo” (Oseas 1,6.9) por si quedaba aún alguna duda del rechazo.
Fuertes acusaciones contra Gomer
Así el capítulo 2 comienza con fuertes acusaciones a Gomer, la prostituta ahora esposa de Oseas…
“¡Acusen a su madre, acúsenla, porque ella ya no es mi esposa ni yo soy su marido! Que se limpie de la infidelidad grabada en su rostro y tire afuera la impureza que se apegó a sus pechos.
Porque si no, la desvestiré y la dejaré desnuda, y sin nada, como cuando nació; será entonces igual que un desierto, como tierra sin agua, y morirá de sed” Oseas 2,4-5
Y así continúan las fuertes acusaciones hasta el versículo 15, pero a partir del verso 16, todo el relato cambia:
“Por eso ahora la voy a conquistar, la llevaré al desierto y allí le hablaré al corazón” Oseas 2,16
Y de pronto, lo que era sólo acusación se vuelve este bello relato de como Oseas volverá a enamorar a Gomer, conquistándola, hablándole al corazón, le devolverá lo que había perdido con la prostitución, incluso dirá:
“Ya no me llamarás Señor mío, sino me dirás Marido mío” Oseas 2,18
Se vuelve este hermoso poema del amor de un esposo hacia su esposa, y esto a pesar de que esta esposa ha sido infiel muchas veces, y sin embargo Dios demuestra su gran amor a través del matrimonio de Oseas.
“Te desposaré conmigo para siempre, te desposaré en justicia y en derecho, en amor y en ternura; te desposaré en fidelidad y tu conocerás al Señor” Oseas 2, 21-22
En el último verso del capítulo 2 dice:
“Me compadeceré de ´No-Amada’ y diré a ‘No mi pueblo’, ´Tu mi Pueblo’ y el dirá ´Tu mi Dios” Oseas 2,25
¿Alguna vez has sido Gomer?
Finalmente también a aquellos hijos que antes rechazó e incluso nombró NO-AMADA y NO MI PUEBLO, ahora se compadece y les acepta como su pueblo.
Me faltan las palabras para transmitir este indescriptible amor de Dios por cada uno de nosotros, que aunque incluso fuéramos como Gomer, Él se dispone a volver a conquistarnos, a seducirnos en el desierto y volver a enamorarnos, para que así podamos unirnos con Él como un verdadero matrimonio, en comunión, en fidelidad, en ternura y sobre todo en el amor, y los frutos de esta unión (como los hijos del relato) Dios los vea con buenos ojos.
No puedo dejar de recomendarte que la leas por tu propia cuenta, aunque tenga fragmentos difíciles y frases duras, vale mucho la pena.
Para terminar te regalo este último versículo:
“Yahvé
me dijo -Anda otra vez y ama a una mujer adúltera que se entrega a otros, así
como también Yahvé ama a los hijos de
Israel a pesar de que lo han dejado por otros dioses…”
Oseas 3,1
Esta historia a pesar de haberla leído muchas veces, me llega justo al corazón, espero llegue también al tuyo con todo el poder que tiene la Palabra de Dios.
Dios te bendiga.
