Que tal querido lector, te saludo cordialmente y con mucho gusto de nuevo. En esta ocasión hablaré de las técnicas que puedes emplear para hacer una buena oración y de aquello que te lo puede estar impidiendo. Quédate conmigo para averiguarlo.

Lo primero que quiero decirte es que no hay oraciones buenas o malas. Una oración es una plática personal con Dios. Pero: ¿Qué le puedo contar a Dios? Realmente le puedes contar ¡¡TODO LO QUE TU QUIERAS!!

Si estás triste, ¡díselo!
Si estás contento, ¡díselo!
Si estás preocupado, ¡díselo!

Incluso si estas súper enojado, díselo también. Él te entenderá SIN JUZGARTE y es ésta la parte más hermosa de hacer oración, decirle lo que sientes y piensas y él te va a seguir amando con la misma intensidad. Dios es tu mejor amigo, tu mejor confidente, tu mejor compañía hoy y siempre. Así que, no tengas miedo de hablar con quién te espera pacientemente para ayudarte y acompañarte con lo que sea que necesites.

¿Dejaste de hacer oración y no sabes cómo volver?

Si apenas estás comenzando a hacer oración de nuevo porque tenías un tiempo alejado de él comienza por cosas pequeñas y simples. Agradeciendo por tu día, tu familia, por tu vida, diciéndole cómo te fue en el tiempo que no estuviste en contacto con él, aunque él ya lo sepa. Digamos que es como un amigo que hace tiempo no veías y lo vas a actualizar de las cosas que te han pasado.

Otra de las cosas que te puede estar pasando y que no te deja hacer oración es que tienes tantos pendientes, ocupaciones y preocupaciones en tu día que en lo último que piensas es en el tiempo que puedes destinar para hacer una oración por más pequeña que sea.

¿Le faltan horas al día?

Yo sé que puede sonar muy drástico pero créeme, a todos nos pasa y es más normal de lo que crees. Hasta el hecho de sentir que el día no te rinde para nada que quisieras añadirle unas cuantas horas más, pero lamentablemente eso no se puede hacer. Sin embargo, lo que sí se puede hacer es administrar tu tiempo y tus tareas diaria o semanalmente para que no tengas esa sensación de que los pendientes te están consumiendo el tiempo literal y que con el pasar de las horas no tienes avance alguno.

Organiza cada cosa que harás en el día

Está comprobado que si organizas tus actividades un día antes o de toda una seman,a el tiempo te rendirá mejor y así podrás incluso crear un espacio que te ayude a orar. Te recomiendo que éste sea en la mañana para que en la tarde después del trabajo o la escuela, tengas que iniciar otra lucha con el cansancio físico y mental, de esta forma si lo realizas en la mañana tu mente estará fresca, descansada y llena de energía.

Otra de las cosas que te pudieran estar impidiendo hacer una oración es que tu personalidad juegue en tu contra, ¿A qué me refiero con esto? A que tu forma de ser sea demasiado dispersa, tal cual es mi caso. Y aunque pudiera ser gracioso que en cuestión de segundos se te olviden las cosas y que tus familiares y/o amigos lo encuentren gracioso, verdaderamente es una lucha interna por mantener la concentración y enfocarte en una sola cosa y “terminarla”.

Lo que a mi me ha funcionado…

Es necesario “crear” el espacio y las condiciones ideales para hacerlo y aunque pudiera ser muy metódico me ha funcionado. Lo que hago es cerrar la puerta de mi cuarto, para evitar una distracción del exterior. Mi celular en “no molestar”, para que ni las notificaciones ni llamadas me distraigan. Me pongo unos audífonos sin conectarlos a ningún dispositivo, con la finalidad de aislar el ruido de mis oídos. Cierro mis ojos. Respiro profundo y comienzo a dialogar con la persona que más entiende por lo que tengo que pasar para realmente poder estar reunido con él.

Recuerdo que un amigo me recomendó prender un sirio bendito y que eso me ayudaría a orar con más facilidad. Lamentablemente no lo he empleado pero si tú sí lo has hecho y te funcionó déjame tu comentario. También cuéntame más ideas y sugerencias para que todos nos apoyemos en continuar orando como hermanos y como comunidad.

Agradezco tu tiempo y espero estos consejos sean benéficos y útiles para que retomes la charla más bonita y llena de paz, la cual amorosamente llamamos “oración”. Que tengas un excelente día y que Dios te bendiga.

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Jesús Olivas García
Sus amistades le dicen Chuy, integrante del equipo de AltaVoz y Escritores de Catoliscopio, tiene 28 años, es enfermero desde hace 12 años por lo cual ha establecido su servicio en el cuidado y las necesidades de los demás, evangelizado desde 2012 por la comunidad JOMA (Jóvenes Mayores), ministerio evangelizador al cual pertenece, integrante del coro IXOYE de la Parroquia de Asuncion de María. Agradezco a Dios diariamente la oportunidad de poder alzar mi voz en su Su cita favorita es Gal 2,20 "Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mi".