Muchos músicos están de acuerdo que una de las cosas más importantes para ejecutar una buena melodía es hacer los silencios. El silencio es importante en nuestra vida, como lo es el comer o dormir, ya que guardar silencio regenera nuestro cerebro, le da sentido a toda la información procesada, es el silencio el que nos lleva de la mano a la autoconciencia y a entrar en nosotros mismos, la ausencia de éste es violentar nuestra mente y conciencia de una manera muy cruel.

¿Pero en nuestra vida diaria es posible guardar silencio?, con el ajetreo de las ciudades y de los ruidos, la música y tantas cosas que nos distraen. Te presento algunos puntos que podrías comenzar a realizar para ser un monje urbanita.

Controla tus pensamientos

Para eso ten en cuenta que esto cinco pasos son el proceso de gestación de las pulsiones. 1. La sugestión; 2. La frecuentación; 3. El consentimiento; 4. La cautividad; 5. La pasión. Como cometer un pecado, primero hay algo que lo sugestiona, luego dialogamos con ese pecado, para después hacerlo conscientemente y en seguida perder la paz y la libertad, para terminar convirtiéndolo en un vicio.

Frecuenta el ayuno y la ascesis

Estas dos palabras parecen sacadas de una película de la edad media, pero a lo que se refieren es que el ayuno es saber pararse, porque a veces hacemos muchas cosas sin pensarlas, el ayuno nos dice, párate, céntrate, sé consciente de donde estás y quién eres, es una mirada vigilante a nuestros sentimientos y pensamientos. Las ascesis es aprender a desapegarnos de lo que tenemos, es moderarnos en nuestra forma de comer, moderarnos en lo que gastamos en ropa o en cosas que no nos sirven, nos sirve cuando vamos al super y queremos comprar mucha cosas, pero la ascesis nos pregunta ¿de verdad lo necesitas?, ¿es estrictamente necesario?… la ascesis hace que seamos agradecidos, asimila tanta información que nos llega por todos los medios y nos conduce por una cultura de la austeridad.

Controla tus sentidos

Recuerda que tú eres tu cuerpo, y que para guardar silencio es necesario que controles tus sentidos con los cuáles te comunicas con el mundo, eso se llama autodominio, no es que no disfrutes, claro ¡los sentidos se hicieron para disfrutar del mundo!, pero con ascesis y ayuno, eso ayudará a que seamos libres de la cultura del consumo y que no dependamos del placer que nos dan, sino que esa experiencia la disfrutemos. Convierte tus sentidos en una liturgia en una oración, ¿Cómo?, dejándote ver por Dios, ten conciencia de que Dios te ve en todo momento, ¡Estás bajo la mirada amorosa de Dios!; aprende a escuchar, no sólo a oír, escucha y aprende a maravillarte de la música, de la naturaleza, la técnica…, de lo que pasa a tu alrededor, recuerda que Dios está ahí también; comienza a percibir los olores, nuestro sentido del olfato es maravilloso, como cuando vas a una iglesia y hueles el aroma a incienso, por ejemplo; te invito a que sepas tocar, abraza, acaricia y aprende a querer de manera pura, siente la vida y el amor que late en la otra persona y en las cosas creadas, y aprende a degustar, siente los sabores, las texturas y disfruta al máximo.

El silencio no es sólo callarte, sino es sobre todo saber escuchar, saber tocar, sentir, oler y percibir, como Elías cuando estaba en una cueva y percibió la presencia de Dios en una suave brisa. Comienza con 5 minutos y poco a poco ve avanzando, no importa si estás en el metro, en la calle, en el parque, en el receso, o donde estés, sólo aprende a parar y se autoconsciente de a dónde estás y a dónde vas, y disfruta.

 

Escritor por Edgar Pérez


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Redaccion

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