Sería difícil recordar la cantidad de ocasiones en las que uno despierta con el mismo pensamiento antes de ir a trabajar “¿Realmente vale la pena?”, “¿Hará falta que vaya?”, “Una inasistencia nunca la he tenido”, entre otros más que podríamos enumerar dependiendo de la temporada del año o incluso hasta por el clima; porque pretextos para no estar en el trabajo siempre sobrarán, sin embargo este articulo desea recordarte algunos fundamentos bíblicos necesarios para hacer tu trabajo con un espíritu cristiano.

Fíjate en la hormiga, perezoso, observa sus costumbres y aprende a ser sabio: ella, que no tiene ni jefe ni capataz ni dueño, se provee de alimento en verano y junta su comida durante la cosecha – proverbios 6, 6-8

Hagamos las cosas no porque nos las pidan sino más bien , porque el Señor nos dio fuerza inteligencia y sabiduría para poder conseguir lo necesario para vivir.

Hagan todo con amor – 1 corintios 16, 14

El amor es como la sal al alimento. Sin el amor al trabajo y lo que se hace, el trabajo se vuelve pesado y monótono. El amor en todo es el ingrediente secreto de la vida.

 

Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él – Colosenses 3, 17

Hay que dar gracias siempre y en todo lugar (lo decimos cada domingo) porque es justo y necesario. Un corazón agradecido nos vuelve más humildes y receptivos de la gracia de Dios. Tenemos trabajo, tenemos pan para llevar a la casa, agradezcamos.

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece – Filipenses 4, 13

Aún cuando el trabajo se vuelva estresante y pesado en ocasiones, debemos saber que Dios siempre estará de nuestro lado.

Cuando comas del trabajo de tus manos, dichoso serás y te irá bien – Salmo 128, 2

Una cosa muy diferente es comer de tu trabajo y otra muy distinta comer en el trabajo jeje. Trabajemos por el pan de cada día, así nos dará un mejor sabor de boca.


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Raúl Trujillo

Raúl es un maestro de nivel secundaria con especialidad en Formación Cívica y Ética, participó como escritor en dos publicaciones oficiales de su escuela y disfruta mucho de los grupos católicos juveniles de los cuales ya tiene más de 10 años de experiencia.

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