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Desde fascinantes colecciones de objetos religiosos. Los museos católicos son de los más diversos. Pero en general, se dedican a mostrar la religiosidad de una zona, una figura o una congregación. Sin embargo, también hay museos raros, como el que muestra objetos dejados por almas del purgatorio que visitaron la Tierra o el de muñecas vestidas de monjas.

Te invito a que explores conmigo esta lista de maravillosos museos, donde no sólo reavivarás el artista que hay en ti. Sino que además, contemplarás una parte maravillosa de la tradición de la Iglesia.

1. El Museo De Muñecas Monjas. Michigan, EE.UU.

Aunque no se encuentra en la lista de cosas ‘por hacer’ de todos los turistas, este museo es sorprendente. La entrada es gratuita, y cada año más de 300.000 personas visitan la atracción.

Te cuento que este es el hogar de más de 500 muñecas y maniquíes, este museo, muestra las costumbres tradicionales de las comunidades religiosas estadounidenses.

Lo creas o no, esta colección se inició en la década de ¡1940! Cuentan que Sally Rogalski, comenzó a vestir a sus muñecas en hábitos de monja. En 1964, ella y su marido donaron 230 muñecas para el museo y desde entonces la colección ha crecido. Cada año se añaden nuevas muñecas.

Además podrás encontrar una sección del museo que representa al clero diocesano, a los obispos y a los religiosos.
Puedes dar un pequeño recorrido en la siguiente liga:
http://www.crossinthewoods.com/doll-museum/

2. Museo de Objetos del Purgatorio. Roma, Italia.

Yo tampoco lo creía. Este museo es posiblemente el más pequeño y tal vez hasta el más extraño de Roma, pero es fascinante. Te cuento que, está situado en las orillas del Tíber en la parte trasera de la Chiesa del Sacro Cuore del Suffragio (Iglesia del Sagrado Corazón del Sufragio), conocida como el Pequeño Duomo.

Fue fundado hace más de un siglo por Victor Jouet, un misionero francés y ávido coleccionista. Se inspiró para fundar el museo después que un incendio dañó parte de la Iglesia.

Hoy en día, el museo contiene una colección de libros de oraciones, misales, ropa y otros artículos que se dice se han quemado por las manos de las almas del purgatorio. Es una habitación en la sacristía de la iglesia del Sagrado Corazón del Sufragio la que alberga este museo. En sus vitrinas se recogen documentos y fotografías que dan fe de los hechos mencionados.

Aunque la Iglesia condena el espiritismo

Si bien la Iglesia condena el espiritismo, el museo recoge solamente huellas causadas por almas que volvieron espontáneamente, para pedir sufragios de plegarias o buenas obras.

Las «huellas de fuego» se hallan, por lo tanto, estrechamente ligadas a un tema de fe.

3. El museo del obispo más mediático: Museo Arzobispal Sheen. Peoria, Illinois

Cabe destacar, que este museo, alberga colecciones relacionadas con la vida del Arzobispo Fulton J. Sheen. Se muestran vestimentas, escritos, libros, fotografías y objetos personales que cuentan algo de la vida y el ministerio de Sheen. El museo está ubicado a unas cuantas calles de la Catedral de Santa María, Peoria, donde fue ordenado Fulton J. Sheen.

Sheen fue Bi-ritual, lo que significa que podía celebrar, tanto en el rito bizantino como en el latino. Esto se refleja en la colección bizantina del museo. Es un homenaje al brillante teólogo católico, que se convirtió en una estrella de la televisión nacional en la década de 1950.

¡Queremos un nuevo santo!

El objetivo de la colección es promover la causa para la canonización de Sheen y asegurarse que él sea más conocido. Inaugurado en su sitio actual en 2008, el museo en el Centro Pastoral Spalding cuenta con todo tipo de artefactos que pertenecieron al clérigo que pasó su escuela primaria y los años de la escuela secundaria en Peoria.

Dijo Julie Enzensberger, administrador de la Fundación Arzobispo Fulton J. Sheen: “Básicamente, la mayor parte de su (temprana) la vida está aquí.”

El Centro Espiritual Arzobispo Fulton John Sheen, que se encuentra en el extremo este de El Paso, está en un antiguo depósito del ferrocarril de más de 100 años de antigüedad.

Fulton Sheen, nacido en 1895 en un apartamento encima de una ferretería, a pocas cuadras al norte de la antigua estación de tren, vivió en el área de El Paso hasta 1900. Fue entonces cuando su familia se trasladó a unas 30 millas al oeste de Peoria.

La Diócesis Católica de Peoria administra el museo del centro de la ciudad, mientras que el museo de El Paso fue fundado y es operado por Karen Fulte, una nativa de Indiana, cuya dedicación a Sheen se ha convertido en la obra de su vida.

4. El Museo de Nuestro Señor en el Ático. Ámsterdam.

¡Sí, a mi también me pareció el nombre más inusual! Este lugar es declarado el segundo museo más antiguo de la ciudad, hoy atrae a miles de visitantes cada año.

Escondido en el corazón del centro de la ciudad de Ámsterdam se encuentra esta casa única conservada del siglo XVII, el Siglo de Oro holandés. El museo contiene muchos artefactos religiosos, incluídos temas relativos a la época de la persecución religiosa en la ciudad.

La característica principal del museo es una capilla escondida.En torno a 1661, Jan Hartman convirtió su ático y el de las casas contiguas en una capilla, lo que explica por qué el museo lleva tal nombre.

Misa en secreto

Pequeños grupos se reunían allí para el culto en secreto. Hoy en día, la atracción habla de los peligros de la intolerancia religiosa. Se pueden explorar los estrechos pasillos y subir las escaleras hasta salones históricamente amueblados, cocinas y somieres, y llegar al punto culminante del museo: una iglesia entera en el ático.

A pesar de que estaba prohibido celebrar misa católica, las autoridades se hicieron de la vista gorda. De hecho, la iglesia simboliza la característica de tolerancia (religiosa) de los Países Bajos, establecido por los holandeses en el siglo XVI bajo Willem de Orange.

Hay una nueva ala que puedes visitar desde el 22 de septiembre, además hay una sala que se ha reservado para programas educativos futuros sobre temas como la diversidad religiosa y la tolerancia. Además, tiene una serie de instalaciones, incluyendo una tienda del museo y cafetería.

5. Museo de las Estatuas Divinas. Lakewood, Ohio

Este museo contiene exactamente lo que dice su nombre. Hoy en día contiene más de 60 estatuas de tamaño natural ubicado en un antiguo edificio de una iglesia. La mayor parte de las estatuas ha sido recuperada de Iglesias y conventos de todo EE.UU. que han cerrado.

¿Alguna vez escuchaste de Lou McClun? Pues El Museo de las Estatuas Divinas es su creación. McClun restaura estatuas en su taller ubicado en el museo. Lou utiliza su experiencia como maquillista para dar facciones y apariencia natural a sus estatuas.

Puso sus dones al servicio de Dios

Él siempre tuvo interés en la estatuaria religiosa y comenzó a guardar y restaurar piezas de arte religioso de las iglesias de la zona que comenzaron a cerrar. En 2012, abrió el Museo de las Estatuas Divinas en la antigua iglesia de Santa Eduviges en la zona Birdtown de Lakewood, Ohio.

El curador, Lou McLung, espera que otras diócesis presten estatuas e imágenes, de forma que la exhibición se pueda cambiar con regularidad.

6. El Museo Caldeo de Basora. Irak.

Aunque no es inusual en sí mismo, lo hace inusual porque se estableció hace poco en plena zona de guerra y posiblemente sea el museo católico más peligroso del mundo. El material se obtuvo de todo Irak cuando el museo fue establecido por el Arzobispo de Basora e Irak Sur.

Hubo un tiempo en que Basora tenía una población cristiana significativa. Pero ésta se ha reducido significativamente en los últimos 10 años. Se estima que el 90% de los cristianos ha huido.

Esta es su misión:

Este museo tiene un papel importante en la preservación de la historia de la fe y la promoción del papel permanente de los católicos en la reconstrucción de Irak.

Ubicado dentro de la Arquidiócesis, el museo contiene colecciones de más de 200 artefactos religiosos, documentos, fotografías, herramientas, ropa y muebles que datan del siglo XVII.

La Arquidiócesis y el arzobispo Habib Alnaufali Jajou están detrás del proyecto. La colección incluye piezas únicas y para el prelado son evidencia de “la atención que nuestros antepasados prestaron cuando ejercieron su fe”.

7. Fruto de la persecución religiosa en México: El Museo de Arte Religioso de Puebla.

Contiene una de las colecciones de arte sacro más importantes del país y está ubicado en el exconvento de Santa Mónica. En el museo se puede encontrar una buena explicación de las reglas y las constituciones de las monjas con las Leyes de Reforma.

En la parte baja puedes conocer aspectos la vida cotidiana de las monjas a lo largo de doce salas, donde se apreciará la cocina, el refectorio. El pasillo de San Agustín, con pinturas al óleo que reproducen escenas de la vida del santo, las labores monjiles, la profesión y la muerte, entre otros temas.

En la planta alta, compuesta por dieciséis salas, encontrarás referencia a la vida espiritual, mediante pinturas de artistas poblanos, manuscritos, la música y la organización conventual. Este monasterio fue creado para dar refugio a esposas de los españoles que, por sus ocupaciones productivas, se veían en la necesidad de dejarlas solas.

El convento está consagrado a Santa Mónica, madre de San Agustín, y fue fundado por Manuel Fernández de Santa Cruz y la licencia para su fundación se le otorgó el 24 de mayo de 1686. Durante los siglos XVII y XVIII se constituyó en uno de los más importantes conventos de clausura.

Patrimonio de la humanidad

Dejaron tras de sí obra invaluable de arte religioso que, en su mayoría, ahora permanece a la exhibición. Esta colección se encuentra bajo régimen federal y es parte del patrimonio de la nación mexicana, así como de la humanidad, de acuerdo con la declaratoria otorgada por la UNESCO al Centro Histórico de la ciudad de Puebla.

El museo alberga el acervo procedente de otros conventos femeninos que se encontraban en la ciudad de Puebla, como Santa Rosa, San Jerónimo, y de la Concepción, así como de otros lugares como el Ex hospital de San Pedro y de algunos templos.

La mayoría de los objetos fueron realizados por encargo, por artistas o bien que quisieron demostrar su devoción. En algunos casos fueron realizadas por las mismas monjas. Otras fueron donadas al convento o al templo.

Al igual que otras obras, se ignora cómo llegaron las pinturas sobre terciopelo a Santa Mónica.

8. Museo de la Basílica de Guadalupe

El Museo de la Basílica de Guadalupe es una institución privada, de carácter público, permanente y sin fines de lucro, que tiene el compromiso de servir de intermediario en la transmisión del mensaje Guadalupano y católico. De esta forma, uno de sus principales objetivos es colocar en alto los valores espirituales, a través de su invaluable colección de arte religioso y sacro, sin olvidar su importancia como parte del patrimonio cultural del pueblo mexicano.

Su labor se centra en conservar, estudiar y difundir, cerca de 4,000 bienes culturales resguardados por la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe. Objetos únicos e irrepetibles, testigos vivientes del tiempo y depositarios de numerosos valores intangibles y significados, que se inscriben en los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX, XX y XXI, conforme a las siguientes tipologías:

Arte por doquier

Objetos de arte religioso (popular y académico), que fueron creados para transmitir un mensaje religioso o bien para propagar el amor y la fe a Dios. Objetos de arte sacro, que tuvieron un fin de culto sagrado. De esta manera encontramos pintura sobre lienzo y lámina; escultura policromada, escultura en mármol y marfil, grabados, libros; textiles (estandartes, tapices, gobelinos y vestimentas litúrgicas) orfebrería, mobiliario de origen mexicano, latinoamericano y europeo, así como una gran cantidad y variedad de exvotos guadalupanos.

Cabe destacar que cuenta con el mayor acervo, a nivel nacional, en temáticas guadalupana y mariana, en su gran mayoría referente a arte pictórico novohispano. Sobre este último, el museo cuenta con obras de artistas reconocidos como Matías de Arteaga y Alfaro, Cristóbal de Villalpando, Nicolás Rodríguez Juárez, José de Ibarra, Miguel Cabrera, Sebastián López de Arteaga, Baltasar de Echave Ibía, José de Alcíbar, Juan Correa y Juan Cordero.

Reconocidos artistas colaboraron con esta colección

Una de las partes más significativas de la colección corresponde a las representaciones plásticas novohispanas de los siglos XVII y XVIII de la imagen de la Virgen de Guadalupe rodeada por medallones en que se representan cuatro de las apariciones a Juan Diego (obras anónimas y de autores como Miguel Cabrera, Juan Antonio de Arriaga, Francisco de Ibarra, Francisco Carden, Josefus de Rivera I Argomanis, Nicolás Rodríguez Juárez, José Juárez y Francisco Antonio y Vallejo).

La composición de dichas obras se basa en el Nican Mopohua, escrito atribuido al indígena Antonio Valeriano y publicado por primera vez en 1649, dentro del volumen escrito por Luis Lasso de la Vega titulado Huei Tlamahuizoltica. Destaca también la colección de más de 2,000 Exvotos Guadalupanos realizados, la mayoría de ellos, en los siglos XIX y XX, en los que el sentido de mexicanidad, está inmerso en fuertes vínculos religiosos, que se manifiestan a través de imágenes ingenuas y populares.

Resulta importante mencionar que, debido a la calidad de su colección, algunas obras son continuamente requeridas, para formar parte de exposiciones temporales en otros museos de México y el mundo. Así mismo, el acervo es consultado por investigadores y estudiantes de las universidades más reconocidas, con el fin de realizar publicaciones y tesis.

Cuéntame qué te parece este tesoro tradicional. Espero que poco a poco vayamos palomeando la lista de este maravilloso patrimonio cultural. En los comentarios cuéntanos si conoces algún museo católico que no está para agregarlo en nuestra lista. Te mando un fuerte abrazo.

Por: Humberto Nieto Chávez


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Redaccion

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