Dentro de la Iglesia, los mártires son los más exaltados entre los santos, ya que ellos dieron testimonio de su fe no solo con su vida, sino con su muerte. El 29 de Agosto celebramos la muerte de Juan el Bautista, quien murió decapitado por denunciar los pecados del rey Herodes. Además de San Juan Bautista, estos son algunos de los santos que murieron decapitados.

San Lamberto de Zaragoza

Primeramente me gustaría contarte sobre San Lamberto. Fue un agricultor y fue martirizado según la tradición a principios del siglo IV. Fue decapitado por no renegar de su fe. Después de ser decapitado, recogió su cabeza y se fue caminando tras sus bueyes hasta la tumba de los mártires de Zaragoza, y ahí fue sepultado. Su fiesta se celebra el 16 de Abril en el martirologio romano y el 19 de Junio en la diócesis de Zaragoza y en algunas diócesis de Aragón. Además es patrono de los labradores de Aragón.

San Dionisio de París

En segundo lugar, este santo italiano, quien vivió durante el siglo III y fue el primer obispo de París. Predicó a los paganos en Francia. Fueron tantas sus conversiones que fue detenido por sus enemigos y fue condenado a morir decapitado en la colina más alta de París.

De la misma forma, Dios se valió de su muerte para dar testimonio de Él, ya que después de ser decapitado, San Dionisio no murió inmediatamente, sino que recogió su cabeza y se puso a caminar y predicar durante casi 10 km hasta que finalmente murió. Se le venera el 9 de Octubre y es patrono de París.

Santos Cosme y Damián

Te sorprenderá saber que estos santos eran gemelos, nacieron en Arabia y murieron a finales del siglo IV. Ambos fueron médicos y se distinguían por ser muy hábiles y no aceptar pago por sus servicios. Vivían en la ciudad de Aegeae en Cicilia y debido al testimonio que daban con su trabajo eran muy queridos.

Fueron de los primeros en ser encarcelados al desatarse la persecución del gobernador Lisias. Se cuenta que antes de morir decapitados fueron condenados a morir de muchas formas, incluyendo ser quemados en la hoguera, crucificados y ser disparados por flechas que se devolvieron a quienes las dispararon, impresionante ¿verdad?. Son nombrados en el canon de la misa y son patronos de médicos y cirujanos junto con San Lucas. Su fiesta es el 26 de Septiembre en Occidente, y el 1 de Noviembre en Oriente.

Santa Quiteria

Santa portuguesa hija de los gobernantes Lucio Catelio Severo y Calsia, los cuales eran paganos y enemigos de los cristianos. Calsia tuvo 9 hijas en el mismo parto, y al temer ser acusada de infidelidad debido a este hecho, mandó arrojar al río de la Ramallosa a las 9 hijas. Estarás de acuerdo conmigo en que esa misión es bastante difícil, fue tanto así qué en lugar de hacer eso, la partera las llevó a un pueblo cercano y las dejó a cargo de mujeres cristianas. Fueron bautizadas y todas ofrecieron su virginidad a Cristo.

Posteriormente, se desató la persecución y las 9 hermanas fueron capturadas, pero al comparecer con Lucio Catelio decidieron morir antes que abandonar su fe. Él se quedó admirado del valor de las jóvenes y notó el parecido con su esposa, y al preguntarle a ella descubrió que eran sus hijas. El rey quiso entonces salvarlas pero ellas no quisieron abandonar a Cristo. Estuvieron encarceladas un día mientras cambiaban de opinión y ellas escaparon y luego fueron martirizadas en lugares diferentes.

Quiteria se fue al monte a llevar una vida de oración hasta que un ángel le avisó que volviera con sus padres. Su padre se admiró y quiso casarla con un noble llamado Germano, pero Quiteria se negó y su padre le dijo a Germano que en desagravio le cortarían la cabeza.

Un ángel le indicó el camino

Quiteria escapó y un ángel le indicó el camino hasta los montes de Toledo, y también le indicó que recibiría el martirio. Al llegar ahí se escondió en el hueco de un árbol y le pidió a un pastor que estaba cerca que no la delatara.

Germano llegó hasta ahí y el pastor señaló el árbol donde Quiteria estaba, él la mandó decapitar y Quiteria oró diciendo: “Recibid Señor mi alma, librad de las enfermedades a los que se valiesen de mi patrocinio”, y una voz del Cielo le respondió “así te lo ha concedido en la gloria Dios, como tú lo has pedido en tu martirio”. Ella se hincó en el suelo y fue decapitada.

El pastor que la delató fue atacado por sus propios perros, y al arrepentirse se arrodilló delante de ella, ella lo perdonó y le mandó lavarse las heridas con una fuente que hizo brotar. Además de este, hizo muchos otros milagros y es patrona contra la rabia. Su fiesta se celebra el 22 de mayo.

San Pablo Apóstol

Sin duda un ejemplo clásico de conversión, testimonio y entrega a Cristo. Seguro sabes que él mismo se encargó de perseguir a los cristianos y por su causa muchos murieron. Tras convertirse, Pablo dedicó su vida entera a proclamar que Cristo es Dios y que resucitó. Sus muchas cartas y los Hechos de los Apóstoles nos muestran su forma de vivir y predicar aun estando encarcelado y a punto de morir.

Finalmente, murió decapitado y uno de sus discípulos, el obispo griego Dionisio Areopagita, narra en su carta a Timoteo la muerte de San Pablo. Como Pablo era ciudadano romano, no podía ser crucificado, así que en cambio fue condenado a morir decapitado. Comenzó a caminar junto con sus verdugos, y al encontrarse con una de sus discípulas, llamada Plantila, Pablo le pidió prestado el velo que le cubría la cabeza y le dijo que luego se lo devolvería.

La luz resplandeció

Al llegar al lugar de su condena, se Pablo se volvió hacia oriente, elevó sus manos al cielo y comenzó a llorar y a orar en su idioma, dando gracias a Dios. Así siguió un rato, y luego se despidió de los cristianos presentes. Se arrodilló en el suelo con ambas rodillas, se vendó los ojos con el velo de Plantila, colocó su cuello en el tajo, exclamó “¡Oh Señor mío Jesucristo, en tus manos encomiendo mi espíritu!” y fue decapitado. En el momento en que su cabeza caía, su boca proclamó “¡Jesucristo!”, de la herida brotó un abundante chorro de leche el cual llegó hasta la ropa del verdugo, luego comenzó a fluir sangre y hubo un olor muy agradable que provenía del cuerpo de Pablo, mientras en el aire brilló una luz con mucha intensidad.

San Pablo se levantó, recogió con el velo de Plantila un poco de su sangre y se la devolvió.  Es patrono de Roma, teólogos y prensa católica, entre otros, y junto con San Pedro su día es el 29 de Junio y es una Solemnidad.

Por Luis René Radovich Calleros


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Redaccion

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