Al compartir una relación de pareja, las experiencias marcan una pauta de crecimiento a cualquiera de los dos como personas. Esas experiencias son determinantes y aunque pueden favorecer una mejor relación también pueden despertar y aumentar miedos que afectarán tus sueños personales. Ponemos estos cinco miedos que es necesario entregar a Dios.

 

NÚMERO UNO: Miedo a quedarse solo

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Uno de los miedos principales que surgen en una relación. La costumbre y el hábito de estar con tu pareja genera una zona de confort que cuando hay algún problema es de los sentimientos que surgen.

ACCIÓN:

Este miedo puedes entregar a Dios en una acción personal durante la Eucaristía dominical en el momento de la consagración pidiéndole al creador con fe y verás los resultados. Recuerda que Dios nos mandó solos al mundo con un cariño especial, y hace coincidir personas en nuestro camino para aprender y vivir mejor.

NÚMERO DOS: Miedo a dejar de ser atractivo.

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El ser humano pasa por diversas etapas en su desarrollo como persona. En la juventud se centra en la búsqueda de lo atractivo como base de la vida. Este miedo está muy presente cuando hay ciertas dificultades en pareja.

ACCIÓN:

Cada noche dedica dentro de tu oración la necesidad de que Dios te de el don de sabiduría y te permita estar consciente que hay cosas en el mundo que son secundarias. Para Dios eres una persona atractiva en todos los sentidos y la personas cercanas también lo tienen muy consciente.

NÚMERO TRES: Miedo a dejar de sentir amor.

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Otro miedo que está presente es el de dejar querer a esa persona especial. El amor es un sentimiento que lo que menos se hace es controlarlo. El dejar de sentir o aumentar el amor es un trabajo que se cultiva con experiencias y vivencias.

 

ACCIÓN:

Para entregar este miedo te recomendamos que cada vez que tengas ese pensamiento invoques al corazón de Jesús. “Sagrado Corazón de Jesús en ti confío”. La confianza de lo que eres y haces es algo que determina tu valía. Y la vas cultivando en un sentimiento que no esté en dependencia de los demás. Confía en que Cristo es la fuente de tu amor.

 

NÚMERO CUATRO: Miedo de ser aceptado tal y como eres.

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Es muy común fingir una personalidad con tu pareja por la sensación de rechazo que se puede creer que reaccionará ante ciertas situaciones. Se finge una conducta que no existe y se comienza a crear un holograma a lo que verdaderamente es.

ACCIÓN:

Pra hacer entrega de este miedo te recomendamos tener un seguimiento en tu confesión de los errores humanos que se tienen. Eso promoverá ser una persona sincera pues la consciencia de tu ser entrará en una congruencia entre lo que sientes y piensas.

 

NÚMERO CINCO: Miedo de hablar con sinceridad de las equivocaciones y errores cometidos.

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Es una acción muy presente, debido a que se cree que se tendrá juicio por parte de la pareja. Hay algo que debes de saber, el cometer errores es condición de todos los seres humanos y si tu lo has hecho, deja de preocuparte pues es algo normal.

ACCIÓN:

Te recomendamos tener un guía espiritual, que te oriente respecto a los sentimientos y sensaciones que surgan. Un buen guía espiritual es un sacerdote que lo sientas cercano.

 

 


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