Todos queremos ser Plenos

Ocurre en ocasiones. No es una ilusión y por más que las dificultades de la vida, las desilusiones de un proyecto que pudo ser, los malos recuerdos de cariño no correspondido, existe y no hay que permitir que se esfume. Posibilidad que se eleva y se descubre estando atentos a lo que el corazón nos dice. Entendiendo que aquello que más anhelamos de manera sincera, es precisamente un susurro de Dios para nuestras vidas.

¿Que es lo que anhela tu corazón? ¿Hace cuanto que no tienes presente tu sueño de vida? ¿Cuál es la razón por  la que te levantas en la mañana y enfrentas los retos del día a día? Estas y otras interrogantes son necesarias plantearlas de vez en cuando, sobre todo en la actualidad en la que el manto de la monotonía se extiende sobre las voluntad de muchos.

Un descuido puede ser la diferencia

Ya que podría pasar en un descuido de años que se pierda el rumbo de aquello por lo cual la pasión de nuestro corazón se enciende. Un descuido de años que se convierte en un trabajo monótono y aburrido en el cual no se es feliz; un descuido que se traduce en estudiar una carrera que no apasiona, pero que es imposible cambiar debido a la incertidumbre del futuro; o un descuido de años que se transforma en una relación de pareja en donde existe todo menos amor sincero.

Así, de esta manera el ser pleno, la experiencia, se diluye y parece inaccesible, porqué siempre ha sido así… porqué no hay ya posibilidad de hacer algo. Porque los sueños que susurraba Dios al corazón se ven lejanos como los cuentos que se le dicen a los niños para tranquilizarlos después de una pesadilla, que no importando su efecto no dejan de ser fantasía.

¡Basta! Ya es tiempo de cambiar

Sin embargo hoy te digo: ¡Ya fue suficiente! Aquello por lo cual una vez suspiraste, la misión que a la que Dios te invita, ese anhelo del corazón, no es un cuento, es real y es el camino a la plenitud.

Y  en este punto no podemos negar una verdad, y es que esos momentos sencillos y sí, tal vez, cortos, donde experimentamos la plenitud vienen cuando la voluntad de Dios y la nuestra se encuentran, cuando después de un periodo de trabajo arduo, se voltea hacia el pasado y desde un presente feliz se experimenta esa satisfacción por haber hecho las cosas bien, por haber hecho aquello que buscaba nuestro corazón.

María te puede ayudar

Siento que María puede iluminar precisamente esta experiencia de plenitud, señalando la posibilidad que existe en cada uno de nosotros de ser plenos, aunque por instantes durante nuestra vida, pero con miras hacia un futuro que no se acabará. Ella, la que experimento la gran unión entre la Voluntad de Dios y la propia, en aquel Sí que cambió la historia, fue plena. Imagina estar consciente en ese instante que aquello para lo cual habías venido al mundo comenzaba a cumplirse, confirmar cual es tu misión en la vida, ¿cuánta emoción, felicidad, amor y plenitud no habría experimentado nuestra Madre?

Pues hoy, también esto puede ser posible. Y es una experiencia por la cual vale la pena todo. Y precisamente empieza de acciones sencillas.

Por eso cambia de trabajo, alza tu voz, considera estudiar lo que te apasione, no estés con alguien por costumbre, o simplemente no desperdicies tu vida, sal de tu área de confort, porque solo atreviéndote a esto podrás entrar en la aventura mas grande que existe. Unos le llaman sueño, otros proyecto de vida, así como destino, pero otros un poco mas locos y atrevidos sabemos que se llama vocación, y consiste en un si de todos los días, a Dios y a uno mismo.

 

Autor: Hilo flamable.


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Redaccion

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