020_niLa imagen que vemos hoy en día del Señor de la Misericordia  remonta desde 1934  que por encargo del padre Sopocko en la ciudad de Vilna (Vilnius, Lituania) fue pintada por el pintor Eugenio Kazimirowski. Sor Faustina a quien le debemos la devoción al Señor de la Misericordia  venía al estudio del pintor para dar indicaciones y los detalles del aspecto del cuadro. El padre Sopocko personalmente se encargó de que el cuadro fuera pintado exactamente según sus instrucciones. EL LIENZO, sobre el cual se representó la imagen, se ajustó a las medidas de un marco viejo regalado anteriormente por una de las parroquianas. El cuadro FUE PINTADO durante unos seis meses, cuando ya estuvo listo, el p. Sopocko quiso ocuparse de cómo tenía que ser introducido el texto en el cuadro. Pidió a sor Faustina que lo preguntase al Señor Jesús:

“Una vez el confesor [Padre Sopocko] me preguntó cómo debía ser colocada la frase, ya que todo eso no cabía en la imagen. Contesté que REZARÍA y que daría la respuesta la semana siguiente. Al alejarme del confesionario, y pasando cerca del Santísimo Sacramento, recibí el entendimiento interior de cómo debía exponerla. Jesús me recordó lo que me había dicho la primera vez, es decir, que estas tres palabras debían ser puestas en evidencia. Las palabras son: Jesús, en Ti confío” (Diario, 327).

De momento sor Faustina no sabía explicarse a sí misma el significado de LOS RAYOS de la imagen. Sin embargo, unos días más tarde dijo que Jesucristo se lo explicó mientras  ella b1_int2_nap2rezaba: “Los rayos en la imagen significan LA SANGRE Y EL AGUA. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas. Ambos rayos brotaron de Mi Corazón que fue abierto en la Cruz por la lanza. Estos rayos PROTEGEN el alma de la furia del Padre Celeste… Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios.  Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos, sobre todo, a la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé como MI GLORIA. Deseo que el primer domingo después de la Pascua de Resurrección sea la FIESTA de la Misericordia Divina… quien celebre ese día el Sacramento del Amor, recibirá el perdón total de las culpas y de las penas. La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a la Misericordia Divina. Antes de venir como el Juez Justo, vengo como el REY de Misericordia, para que nadie se disculpe el día del juicio que ya no es lejano.”

Desde septiembre de 2005 la imagen de Jesús Misericordioso es venerada en el SANTUARIO de la Divina Misericordia en Vilna, donde ahora en la oración de cada día, las hermanas y los numerosos peregrinos confían el destino del mundo a la Divina Misericordia. El Metropolitano de Vilna confió el Ministerio de Oración en el Santuario a la Congregación de las Hermanas de Jesús Misericordioso.

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Ric Pérez

Ric es arquitecto de profesión, diseñador y fotógrafo por pasión. Su labor en catoliscopio corresponde desde el inicio de los tiempos. Le gusta la tecnología y gusta de compartir expresiones de fe.

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