Nuestro Señor Jesucristo una vez RESUCITADO ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal, nos llama a imitar su Evangelio practicando el AMOR, no de palabras sino de obras. Si bien, la Resurrección de Jesucristo es la más grande solemnidad que celebra la Iglesia Católica existe otro momento clave: Recibir los dones del Espíritu Santo. Al hacer consciente de que vivir en el amor es una entrega diaria, Dios te proporciona Siete hermosos REGALOS:
PRIMER REGALO: SABIDURÍA
Permite DISCERNIR las distintas situaciones que se presentan a lo largo de la vida al verlas de una manera espiritual y consciente tomando como punto de partida la cercanía con Dios.
SEGUNDO REGALO: ENTENDIMIENTO
Es el encargado de que la Palabra de Dios sea semilla que cae en tierra buena, que nuestro corazón espiritual sea capaz de COMPRENDER y poner en práctica el amor en la vida diaria, comprendiendo siempre la voluntad de Dios.
TERCER REGALO: CONSEJO
Proporciona la capacidad de diferenciar el bien y el mal, FAVORECIENDO el evitar hacer heridas a los demás, o permitir que nos las hagan.
CUARTO REGALO: FORTALEZA
Otorga a la capacidad de ENFRENTAR las situaciones difíciles que se presentan en su vida, permite luchar y ACEPTAR las dificultades como un don de crecimiento.
QUINTO REGALO: CIENCIA
Hace ver de una manera espiritual la CREACIÓN de Dios que va mas allá de la vida terrenal, sino a desear la vida eterna y a la santidad a la que todos los bautizados estamos llamados.
SEXTO REGALO: PIEDAD
Actúa como un introductor al amor de Dios, ese amor INFINITO que se nos ha dado mediante el bautismo y que debemos poner en práctica con nuestro prójimo.
SÉPTIMO REGALO: TEMOR DE DIOS
Brinda la CAPACIDAD de no caer en ofender a Dios y no separarse de Él por medio del pecado.
Estos regalos son conocidos como los Siete Sagrados Dones del Espíritu Santo, los cuales permiten disfrutar de las condición de ser personas e hijos de Dios, buscando santidad a la que se nos llama mediante el amor de Dios.
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Alejandro Jiménez
