Hoy domingo, la comunidad católica estamos de fiesta pues celebramos la Resurrección de Jesús. La fiesta litúrgica más importante del año. Haré referencia al evangelio según San Lucas el cual dice lo siguiente:

1El primer día de la semana, muy temprano, fueron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado. 2Pero se encontraron con una novedad: la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida, 3y al entrar no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. 4No sabían qué pensar, pero en ese momento vieron a su lado a dos hombres con ropas fulgurantes. 5Estaban tan asustadas que no se atrevían a levantar los ojos del suelo. Pero ellos les dijeron: «¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? 6No está aquí. Resucitó. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea: 7el Hijo del Hombre debe ser entregado en manos de los pecadores y ser crucificado, y al tercer día resucitará.» 8Ellas entonces recordaron las palabras de Jesús. 9Al volver del sepulcro, les contaron a los Once y a todos los demás lo que les había sucedido.”  (Lucas 24, 1-9)

¿Por qué buscas entre los muertos al que vive? Preguntaron los dos hombres y hoy quiero tomar esta pregunta para que la analicemos un poco, con ello quiero dejarte el siguiente video como reflexión a la pregunta, personalmente toca las fibras más sensibles de mi ser ya que me da pauta para continuamente buscar a Jesús y dejar las cosas mundanas que me invaden en la cotidianidad y puede que te pase también a ti.

http://https://www.youtube.com/watch?v=cyheJ480LYA

Jesús es nuestro amigo fiel que no nos deja solos, es nuestro refugio seguro, la luz que nos guía, la fuerza que nos hace seguir caminando, la esperanza que nos hace seguir confiando. Él quiere acompañarte y ser parte de tu vida, de tus días, de tus actividades. Él nos ha dado esta magnífica vida para disfrutarla, para ser felices, para maravillarnos con todos los regalos que ha puesto en la Tierra solo para nosotros. Es un Dios de paz y de bondad.

Al darnos la vida nos dio también libre albedrío para actuar ya que Él jamás nos obligaría a seguir su camino sino que respeta la decisión que cada quien tomamos para vivir, pero Él no se aparta. Jesús conoce nuestra condición humana, sabe que somos pecadores y que no es fácil permanecer, no es imposible pero es difícil con tantas distracciones mundanas que invaden nuestros días.

Me gusta imaginar mi propia vida tomando como referencia el pasaje de “Jesús camina sobre las aguas” Mateo 14, 22-36.  Jesús les pidió a sus discípulos que subieran a la barca para cruzar el lago a la otra orilla mientras Él se quedaba a orar en el cerro.
“Al llegar la noche, estaba allí Él solo, 24 mientras la barca ya iba bastante lejos de tierra firme. Las olas azotaban la barca, porque tenían el viento en contra. 25 A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. 26 Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenos de miedo:
—¡Es un fantasma!
27 Pero Jesús les habló, diciéndoles:
—¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!
28 Entonces Pedro le respondió:
—Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua.
29 —Ven —dijo Jesús.
Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús.
 30 Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó:
—¡Sálvame, Señor!
31 Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo:
—¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste?
32 En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. 33 Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús, y le dijeron:
—¡En verdad tú eres el Hijo de Dios!”

 

Hago una analogía de mi propia vida sobre el versículo 29, cuando Jesús me dice: “Ven”.
Voy siguiéndolo, confiando en Él, caminando yo también sobre las aguas con la mirada puesta y fija sobre Él intentando cumplir su voluntad con mis acciones. Pero de repente llega la fuerza del viento que viene siendo todo el ruido del mundo, todas las diversas situaciones que me hacen bajar y quitar mi mirada de Dios, los momentos, las ocasiones que me hacen temblar y provocan que me hunda.

Si te pasa como a mí, muchas veces nos parece imposible salir de ese hundimiento, llegamos a pensar que estamos solos, que no hay salida, que no hay escapatoria, que es más grande la fuerza del mar y de las olas y nosotros tan débiles nos parece imposible salir y flotar, al contrario, pareciera que la marea nos arrastra más y más, ¡pareciera que no dejamos de buscar entre los muertos al que vive!
Pero déjame decirte que Jesús siempre se queda cerca y al pendiente de cada uno de nosotros y listo con la mano extendida como lo hizo con Pedro para rescatarnos, para invitarnos a seguirlo de nuevo. Él es mucho más grande y mucho más fuerte que la marea que nos arrastra y solo es decisión de nosotros de mirarlo otra vez y volver a confiar en Él.

Él es un Dios de amor y tanto amor te tiene a ti a mí que decidió obedecer la voluntad del Padre y dar su propia vida, su Cuerpo y hasta la última gota de su Sangre para salvarnos, y ¿sabes qué es lo mejor? ¡Él ha resucitado! ¡Venció a la muerte! Él vive y nos enseña con su resurrección que podemos salir victoriosos nosotros también de las situaciones de pecado que nos alejan de Él, que podemos ganarle al mundo, que podemos vencer tal como Él venció a la muerte resucitando al tercer día.

Dice Jesús en Juan 16, 33: “Ustedes encontrarán la persecución en el mundo. Pero ¡ánimo!, yo he vencido al mundo”.
¿Te acuerdas del video que te sugerí analizar al inicio de este artículo?, ¿Te acuerdas de la pregunta inicial? Pues con esta cita bíblica se relaciona. Entonces ¡Ánimo! Y sigamos buscando a nuestro Dios vivo día con día.

¡Felices Fiestas de Resurrección!
 

Por: Lorena Garza


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Lorena Garza

¡Hola! Soy Lorena Garza. Pasé mi adolescencia y juventud en los grupos de la Iglesia en donde encontré el gran amor de Dios. Me gusta mucho pasar mi tiempo con mi familia, esposo, amigos y ¿por qué no?, conmigo misma. Intento siempre llevar paz y positividad en donde me encuentre. Aquí te dejo una de mis citas favoritas escrita por Santa Teresa de Ávila: "Nada te turbe, Nada te espante, Todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia Todo lo alcanza; Quien a Dios tiene Nada le falta: Sólo Dios basta." Aqui te dejo una de mis citas favoritas escrita por Santa Teresa de Ávila: "Nada te turbe, Nada te espante, Todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia Todo lo alcanza; Quien a Dios tiene Nada le falta: Sólo Dios basta."

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