El Viernes Santo siempre me ha causado ruido, más que nada porque el dolor que Cristo pasó aquél día simplemente se me hace siquiera impensable. En este día se recuerda cómo el Salvador sufrió por nuestros pecados y se puede sacar mucho de ello si nos ponemos empeño en ello.

1. Las periferias del humano

El Papa Francisco desde los inicios de su pontificado lo ha propuesto y ha puesto el ejemplo: ir a las periferias geográficas y existenciales. Cristo mismo lo realizó haciéndose humano, pero ¿realmente fue humano? Sin duda lo fue y lo fue a tal grado que desgarró su cuerpo con tal de darnos vida. Fue a lo más hondo de la existencia corporal y se encontró con el desprecio, con la burla, con el dolor, con la muerte. Llegó a tal extremo en su periferia que “ya no parecía humano” (Is 52, 14). ¿En qué punto, pues, Jesús fue más humano?

2. El Cordero de Dios

Jesús sabía muy bien quién era y cuál era su papel al venir al mundo. Él vino a darle plenitud a la ley (Mt 5, 17), porque bien sabía qué iba a ocurrir y más aún, el por qué. El ser llamado “Cordero de Dios” por Juan el Bautista no es casualidad, si tomamos en cuenta cómo dentro de la espiritualidad de los judíos se tomaba el sacrificio de corderos. Me gusta siempre en algún evento durante la Semana Santa el preguntarl esto: si pudieras acabar con todo el pecado del mundo a costa de ti mismo, ¿lo harías? Y aquí recae la cuestión, ya que no estoy hablando solamente de los que haya cometido una persona, ni su familia, hablo del pecado del género humano, en cualquier era, de cualquier raza, desde una persona que mintió a su mamá para ir a una fiesta, hasta una persona que ha asesinado. ¿Estamos dispuestos a sufrir cómo Él sufrió?

3. Sosteniendo la Fe Cristiana

Existe un canto que en lo personal es de mis favoritos, teniendo como tema la cruz. En una estrofa habla sobre como la cruz en la que murió el Salvador, la columna vertical engloba la raza humana y el eje horizontal sostiene la fe cristiana. Esto llega siempre hasta lo más profundo de mí, me hace recordar que lo que creemos no es una simple teoría, no es una moda, no es algo que sea simplemente una construcción o institución social. En aquél día de la crucifixión es cuando el mayor acontecimiento de la historia tuvo lugar y hasta el día de hoy, ese árbol de la cruz sigue dando frutos. ¿Somos nosotros acaso un fruto de esa cruz o la rechazamos?

4. Acciones verdaderas…y dolorosas

De pequeño, además de enseñarme a querer ser mayor, me mandaron al catecismo como tal vez te pasó a ti. Cuando tuve edad para comprender un poco más de lo que pasó aquél día que la tela del templo se rasgó, pensé que yo le habría ayudado de alguna manera al Mesías… ¿pero cómo sabría que era el Mesías? Hasta los más cercanos a Él dudaron de que resucitaría, hasta los más cercanos al ser cuestionados sobre la persona de Jesús no sabían quién era (Mt 16, 13-14). Siempre he pensado que si le hubieran dicho al hombre que lanzó la bomba atómica lo que iba a lanzar, jamás la habría lanzado, como de la misma manera, si hubiéramos sabido que era el Mesías, ¿lo hubiéramos dejado cumplir su misión por amor o por miedo a correr la misma suerte que Él? ¿Hubiéramos permitido que lo siguieran golpeando o dejaríamos culminar su muerte?


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Rubén Iracheta

Rubén es miembro del equipo ya hace bastante tiempo y en palabras suyas: "En resumen, cada vez mas cerca de ser Iron Man".

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