De modo especial la Iglesia nos invita a vivir el ayuno y la oración en la cuaresma, pero me gustaría proponerte algo adicional con respecto al ayuno…

No solo de Pan…

[boombox_gif_video mp4=”http://catoliscopio.com/wp-content/uploads/2017/03/58ceb7f979601_giphy-10.mp4″ gif=”http://catoliscopio.com/wp-content/uploads/2017/03/giphy-10.gif” jpg=”http://catoliscopio.com/wp-content/uploads/2017/03/58ceb7f979601_giphy-10.jpg”]
Sabemos que el alimento es necesario para nuestro cuerpo, pero ayunamos para fortalecer nuestra voluntad y alimentar nuestro espíritu, al hacer este sacrificio corporal.
Por lo que claramente resuenan las palabras que cita Jesús:

“No solo de Pan vive el Hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios…” Mt. 4,4
En base a esto hoy quiero proponerte que además de ayunar del alimento físico para el cuerpo, le demos a nuestra alma el alimento espiritual, como lo es la palabra de Dios, es decir la Biblia.

¿Dónde está mi Biblia?

[boombox_gif_video mp4=”http://catoliscopio.com/wp-content/uploads/2017/03/58ceb88c3e118_giphy-11.mp4″ gif=”http://catoliscopio.com/wp-content/uploads/2017/03/giphy-11.gif” jpg=”http://catoliscopio.com/wp-content/uploads/2017/03/58ceb88c3e118_giphy-11.jpg”]
Es muy común al entrar en un hogar católico, ver en la sala, el comedor o en algún lugar de su casa, una biblia abierta…
Pero es triste darse cuenta, que está abierta en la misma página desde hace días, semanas y quizá años.
Y que la única cosa que toca las páginas de la Biblia, es el polvo y quizá el plumero de vez en cuando.
¿Cuándo fue la última vez nos sentamos a escuchar a nuestro Padre a través de la Biblia?
¿Cuándo fue la última vez que oramos con un salmo, o leímos una enseñanza de Jesús?
o quizá puede ser que ni siquiera recordamos donde esta nuestra Biblia…

Si en este momento te lo estás preguntando, ¡Anda! puedes ir a buscarla 😀

¡A Comernos la Biblia!

[boombox_gif_video mp4=”http://catoliscopio.com/wp-content/uploads/2017/03/58cebdecd1f3e_giphy-14.mp4″ gif=”http://catoliscopio.com/wp-content/uploads/2017/03/giphy-14.gif” jpg=”http://catoliscopio.com/wp-content/uploads/2017/03/58cebdecd1f3e_giphy-14.jpg”]

No sabes el gusto que me provoca ver la biblia de un joven o adulto católico, con anotaciones, con separador, subrayada, con sus pastas desgastadas, y que a simple vista puedes darte cuenta que ha sido usada… ¡y mucho!
Hoy que estamos en cuaresma (y aunque no estuviéramos) la Palabra de Dios merece ser leída, escuchada, meditada, bien podríamos decir hasta masticada.
En lo personal procuro tener constante contacto con la palabra de Dios, pero sin importar que tanto nos acerquemos a la Biblia, hoy, es momento de acercarnos a ella y a través de ella, acercarnos a su autor, Dios.
Quiero compartirte un pasaje que se lee en Ezequiel 3,1-3 que dice:

“Entonces me dijo: – Hijo de hombre, COME este libro y ve luego a hablar al pueblo de Israel. Yo abrí la boca, y él me hizo COMER el libro diciéndome: – Hijo de hombre, ALIMENTA tu vientre y llena tus entrañas con este libro que yo te doy.
Yo lo COMÍ y su sabor era dulce como la miel.”
Al profeta se le pide que se coma el libro, hoy quiero parafrasear este mismo pasaje para decirte:
Hay que comernos la palabra de Dios.
A veces leemos otros libros y hasta decimos, “Ese libro me lo devoré” para indicar que nos motivamos mucho a leerlo y lo acabamos pronto, como si hubiéramos devorado un alimento que nos gusta demasiado.

A leer se ha dicho…

[boombox_gif_video mp4=”http://catoliscopio.com/wp-content/uploads/2017/03/58ceb91d8c5fa_giphy-12.mp4″ gif=”http://catoliscopio.com/wp-content/uploads/2017/03/giphy-12.gif” jpg=”http://catoliscopio.com/wp-content/uploads/2017/03/58ceb91d8c5fa_giphy-12.jpg”]
Te invito a que iniciemos juntos a alimentarnos con la Palabra de Dios.

No te desanimes si flaqueas, vuelve a intentarlo aunque te cueste trabajo.
Estoy convencido que tu vida espiritual irá dando frutos y podrás así motivarte, al ver que Dios está obrando en ti a través de su Palabra, y probarás ese sabor dulce como la miel que tiene la Biblia.
Si no sabes por donde iniciar, hay muchos planes de lectura. (Dejo un enlace al final del Artículo)

Yo por lo pronto te recomiendo iniciar con el Evangelio, iniciando por el de Marcos por ser el más corto, pero lleno de significado.
Para luego leer el de Lucas, Mateo y finalmente el evangelio según San Juan.
Te invito a que ahora que lees este artículo y que Dios nos esta invitando a escucharlo, te des el tiempo de buscar tu biblia, sentarte un momento hoy mismo, y escuchar el mensaje de Dios a nosotros.

(Si se puede ahora mismo ¡Que mejor!, mejor leerlo a El que a mi)

Y empezar a devorarnos la Palabra de Dios que fue escrita para ti y para mí.
Y al alimentarnos de este libro (el más hermoso de todos) poder decir como Pedro:

“Señor ¿a quién iremos?, tú tienes palabras de vida eterna” Jn. 6,68

Aquí puedes encontrar una guía para estudiar tu Biblia. 


¿Te gustó? ¡Comparte con tus amigos!

Iván Castillo

Ama a Dios y la Vida, su Familia y Amigos, la Música el Deporte y la Aventura, Aprender, Reír, Bailar y Viajar. Es un siervo de Dios apasionado por los jóvenes, Predicador y Formador de nuevos evangelizadores, Coordinador de Grupos Juveniles, Misionero, Ingeniero y quizá hasta escritor. Desde hace años está Casado con Jesús… Oseas 2,18.

Comments

comments