Por desgracia (tengo que decírtelo) no hay recetas mágicas u oraciones que hagan que tus calificaciones aumenten considerablemente. Sin embargo existe la posibilidad de mejorarlo mediante la constancia. Quizá estos simples consejos puedan ayudarte a lograrlo.

 

1.- No dejes espacio a la pereza en tu vida.

Esto es lo primero por lo que tienes que luchar.  La pereza o flojera es considerada como la madre, engendradora y soporte de todos los malos hábitos o vicios.

Visualiza el estudio  y formación como un partido de futbol:  Las clases, tareas, apuntes, exposiciones representan tu tiempo de “entrenamiento” para el gran partido (tus exámenes).  El no prepararte por pereza representa una falta de condición para tu partido final. Esto traería consigo un mal desempeño en el partido (pura lógica).

Si hay que tomar apuntes… hazlo, si hay que prepara exposición… hazlo; no dejes que la  pereza entre en tu proyecto de vida.

“Estudiante: fórmate en una piedad sólida y activa, destaca en el estudio, siente anhelos firmes de apostolado profesional. —Y yo te prometo, con ese vigor de tu formación religiosa y científica, prontas y dilatadas expansiones.” San JoseMaría Escrivá.

2.- Crea hábitos,  no estudies ocasionalmente.

La inteligencia no llega de golpe ni por arte de magia. Tienes que  buscar la manera de repasar  diariamente  lo que viste en clase.  No estudiar significaría crear un vicio (es duro pero es real) mientras que por el contrario  estudiar cada día el tema te vuelve más hábil (porque creas un habito).

Hipotéticamente la tarea que llevas a casa es una manera de repasar el tema del día, es por eso que no debes dejarla para el siguiente día… ¡y menos copiarla!

“Una hora de estudio, para un apóstol moderno, es una hora de oración.” San JoseMaría Escrivá.

3.- Crea un itinerario que puedas seguir.

A veces nuestra vida es un descontrol: no hay hora de estudio, dormimos tarde, jugamos mucho.. a veces  comemos, a veces no.etc. Tienes que lograr crear un itinerario que puedas cumplir.

Tu reto es poder crear un itinerario desde que te levantas hasta que te duermes y tratar de llevarlo a cabo cada día. Una vida organizada es una victoria asegurada.

¡A ver cuándo te convences de que has de obedecer!… Y desobedeces si, en lugar de cumplir el plan de vida, pierdes el tiempo. Todos tus minutos han de estar llenos: trabajo, estudio, proselitismo, vida interior. San Jose María Escrivá.

4.- Encuentra tu manera de trabajo y estudio.

Ya está bastante trillado decir que cada individuo tiene una manera singular de recibir el aprendizaje pero es cierto.  Por eso que tienes que darte la tarea ( ¡te prometo que si lo encuentras todo será más fácil!) de encontrar un método de trabajo y estudio.  En mi caso los dibujos resultan bastante útiles pues para mí es más fácil recordar un dibujo que un texto, Así que el dibujo me ayuda a desencadenar los conceptos.

Escribe, habla en público del tema, estudia con alguien más, haz tu propio examen, etc.  tienes que descubrir tu método de estudio porque de ello dependerá tu capacidad de comprensión.

“Oras, te mortificas, trabajas en mil cosas de apostolado…, pero no estudias. —No sirves entonces si no cambias.
El estudio, la formación profesional que sea, es obligación grave entre nosotros.” San Jose María Escrivá.

 

5.- Busca un espacio  fuera de distracciones

La metáfora del futbol, es bastante complicado practicarlo en una sala de boliche. Ni teniendo el mejor equipo deportivo podría ayudar en tal situación.  Si quieres mejorar tu estudio, mejora tu ambiente de estudio.

6.- Dale un descanso al estudio

Si bien estudiar debe ser nuestra más grande actividad también es útil hacer algunas otras actividades de esparcimiento  para darle respiración al cerebro  de tantos conceptos.

El deporte puede representar  también una gran ayuda para el aprendizaje.  Por otro lado la oración  y la contemplación resultan también un momento de escape al estrés.

Pero ojo,  no  abuses,  busca un equilibrio  entre esparcimiento  y estudio.

“Es necesario estudiar… Pero no es suficiente.
¿Qué se conseguirá de quien se mata por alimentar su egoísmo, o del que no persigue otro objetivo que el de asegurarse la tranquilidad, para dentro de unos años?
Hay que estudiar…, para ganar el mundo y conquistarlo para Dios. Entonces, elevaremos el plano de nuestro esfuerzo, procurando que la labor realizada se convierta en encuentro con el Señor, y sirva de base a los demás, a los que seguirán nuestro camino…
—De este modo, el estudio será oración.” San Jose María Escrivá.


Sigue estos prácticos consejos y pronto empezarás a descubrir  grandes cambios en tus calificaciones. Y si no sucede,  recuerda que un número no te define,  es Dios quien lo hace,  y si Él ha visto esfuerzo en ti,  Él sabrá  recompensarlo.

 

 

 

 


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Ric Pérez

Ric es arquitecto de profesión, diseñador y fotógrafo por pasión. Su labor en catoliscopio corresponde desde el inicio de los tiempos. Le gusta la tecnología y gusta de compartir expresiones de fe.

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